Una de las rutas más hermosas e interesantes de España, es el Camino de Santiago, donde tendrás la oportunidad de compartir con gente de todo el mundo. Además, en el recorrido verás paisajes encantadores, a la vez que tienes una experiencia espiritual única.
El Camino de Santiago se puede hacer desde varios puntos, tomando algunas rutas hasta 35 días en completarlo, mientras que otras se hacen en una semana. En todos los casos, es recomendable una buena preparación física y contar con ropa y zapatos adecuados.
El calzado es clave, debido a que vas a caminar una media de 15 a 20 km al día, por lo que debes garantizar en cuidado confort de los pies. Aquí te presentamos consejos de los expertos sobre el tipo de calzado que debes llevar para hacer el Camino de Santiago.
¿CÓMO ELEGIR EL CALZADO PARA HACER EL CAMINO DE SANTIAGO?
Recuerda que tus pies son el sostén de todo tu cuerpo, y al hacer largas caminatas diarias y continuas, sufrirán una gran presión. Asimismo, hay que evitar posibles lesiones que te impidan seguir el camino y hay que alcanzar la mayor comodidad posible, para disfrutar plenamente del recorrido.
La elección del calzado para hacer el Camino de Santiago se debe hacer con mucho cuidado, y caminantes expertos recomiendan lo siguiente:
1. Nunca uses un calzado nuevo
Un error de principiante es comprar botas o zapatillas especialmente para hacer el camino y estrenarlas durante el viaje. Por lo general, un calzado nuevo suele ser un poco duro, por lo que causa molestias en el pie al usarlo por tiempo prolongado.
Lo mejor es que compres los zapatos unos meses antes y los utilices con cierta frecuencia hasta que se adapten bien a tu forma de caminar. Úsalos para hacer tus rutas de entrenamiento y así sabrás con anterioridad, si son los adecuados para recorrer los kilómetros del camino.
2. Cuida la talla
Es muy importante que el calzado te ajuste, sea cómodo y te brinde estabilidad, por lo que debes considerar varios factores al elegir la talla:
Siempre debes probarte los zapatos en ambos pies, debido a que hay pequeñas diferencias en tamaño y forma.
No olvides probarlos con los calcetines que has seleccionado para hacer el Camino. Esto afecta el ajuste en el pie, siendo conveniente garantizar que se sienta confortable.
Lo mejor es que te pruebes el calzado a última hora del día, luego de que has hecho todas tus actividades o de una caminata larga. Así, los pies estarán un poco hinchados y tendrás garantía de que te ajusta bien en todo momento.
Toma en cuenta que los dedos deben poderse mover libremente dentro del calzado y que el dedo pequeño no debe quedar montado en el de al lado. Y recuerda que no debes sentirlo apretado en los lados.
3. Agarre y amortiguación
Vas a estar caminando muchas horas al día, por lo que los pies estarán sometidos a un impacto constante. El calzado debe tener elementos que ayuden a la amortiguación, como plantillas con espuma de memoria o suelas de alta densidad, que sean capaces de absorber los golpes.
Por otra parte, el zapato te debe brindar estabilidad y hacerte sentir seguro, por lo que deben ajustar bien en el tobillo. Igualmente, selecciona una suela inferior que tenga un relieve marcado, a fin de que brinde buen agarre en caminos irregulares o en pendiente.
4. Transpirables e impermeables
Una de las claves para estar cómodo haciendo el Camino de Santiago, es que los pies se sientan frescos en todo momento. El calzado debe estar elaborado con materiales que faciliten la transpiración y eviten que se acumule la humedad dentro del pie, principalmente en verano.
Si decides hacer el recorrido en época de lluvia, es necesario elegir zapatos que sean impermeables, para que los pies se mantengan secos. Lo mejor es que tengan cierto grado de impermeabilidad en cualquier momento del año.
CALZADO RECOMENDADO PARA RECORRER EL CAMINO DE SANTIAGO
Elegir el calzado va a depender de tus preferencias, época en que hagas el recorrido y la distancia y tipo de ruta que has decidido hacer. En todo caso, deberían ser zapatos especialmente diseñados para el trekking, que te brindarán más comodidad y confort.
Botas de trekking
Los expertos recomiendan que sean de caña media a alta, con la parte posterior más baja, debido a que genera menos presión al tobillo. Al probártelas, comprueba que te permitan moverte con comodidad y que sean flexibles.
La suela debe garantizar el agarre, como las de caucho tipo Vibram, con un relieve que brinda un buen agarre. Para la amortiguación, comprueba que cuente con suelas intermedias de doble densidad, que ayudarán a evitar lesiones e impacto sobre la cadera.
Prefiera las botas con cordones, que te darán una mejor sujeción, pero con una lengüeta acolchada, que se sienta suave en el empeine. Y elige materiales con buena transpiración y que sean impermeables.
Zapatillas de trekking
Aquellos que hacen el Camino de Santiago durante el verano, querrán estar lo más fresco posible y pueden optar por unas zapatillas. Tienen la ventaja de ser más ligeras que las botas, por lo que te darán mayor libertad de movimiento.
No obstante, no tienen la misma sujeción del pie, particularmente en los tobillos, por lo que debes garantizar que ajusten muy bien. También, revisa que ofrezcan una adecuada amortiguación y cuenten con suelas de relieve, que garanticen el agarre.
En este tipo de calzado, una prioridad es que sean muy transpirables, debido a que las altas temperaturas causarán mayor sudoración. Al igual que con las botas, prefiere las de cordones y átalas con firmeza, para darte más estabilidad y seguridad.
Sandalias de trekking
El Camino de Santiago es largo y al final del día o en algunos momentos del recorrido, querrás descansar los pies de un calzado muy cerrado. Es conveniente que lleves, de manera alternativa, unas sandalias y dejar que se transpire con mayor libertad.
Deben tener suela con agarre y ajustarse bien al pie, permitiendo usarlas tanto con calcetines como sin estos. Se pueden hacer algunos kilómetros con este calzado en verano, mientras que en invierno son más adecuadas para usar al llegar al área de descanso.
Fuente: extraconfidencial.com
