Queridas ciudadanas, hoy en día no puedes fiarte de nadie pero mucho menos de los “buenos”, si, por desgracia ahora los villanos con careta y pistolas aparecen a la luz del día y esta vez con vestimentas un tanto encantadoras y adorables.
Tomando el bus, un abuelito me increpó de forma grosera, con su sombrero y chaqueta y su sonrisa no escondía un carácter jovial, no, escondía un deseo que rebrotaba hasta en las hebras de su blazer.
Y yo no pude evitar preguntarme: ¿Los pre-machotes de hoy en día acaban siendo viejos verdes que te desnudan con la mirada con el paso de los años?
No pude evitar preguntarme: ¿somos las jovencitas la nueva tendencia sexual?
Por desgracia ahora el estilo “50 sombras de sumisa y dominante no se lleva”, no, ahora el rollo Lolita avanza en las capas de nuestra sociedad tan rápido como Merkel en echarnos de la zona Euro.
Así es, así que mucho cuidado con interpretar una sonrisa o un gesto amable por parte de estos “ancianitos”, que constituyen la lascivia del pasado y del poco presente que les queda.
No es mucho pedir, un poco caballerosidad, un poco de “polvo de hadas” válgame la redundancia. Así concluyo mi alegato y diré que los hombres son como lavadores, sin polvo no funcionan