Para los alumnos de Psicología, la salida de la facultad, sobre todo a la noche, una franja horaria en la que finalizan de varias cursadas, es “insegura”. El sistema de colectivos, según denuncian, no responde a la demanda de los jóvenes que estudian en la unidad académica: el micro tarda en llegar a la parada de 52 y 122; muchas veces el que aparece está saturado de pasajeros y por lo tanto no para; y para peor, los estudiantes deben asegurarse tener crédito en el SUBE porque ningún kiosco de la zona la recarga la tarjeta.
Las frecuencias del autotransporte se reforzaron hace un poco más de un año, cuando la facultad dejó su viejo edificio de 48 entre 6 y 7 y se mudó al que acababa de inaugurarse y para su uso exclusivo en 52 y 122. Pero los servicios, que cumplen las líneas 307, 275, 202 y rondines de distintas empresas que se alternan para cubrir el circuito, son insuficientes según la opinión de los estudiantes. El déficit se acentúa en los horarios nocturnos y los alumnos, en el contexto del paseo del Bosque, poco urbanizado y de escaso movimiento a esas horas, se sienten desprotegidos.
“El rondín sirve para venir -señaló una alumna-, porque llega menos diez, justo para estar a tiempo en las cursadas. Pero no se queda para la hora en punto, cuando terminamos de cursar, entonces nunca alcanzamos a tomarlo”.
La madre de una alumna de tercer año, Claudia Velázquez, dijo que “la facultad de Psicología quedó descolgada del mundo” y en ese sentido enumeró: “para llegar al centro los chicos tardan hasta una hora, porque el micro tarda mucho en pasar; no hay kioscos en la zona que recarguen la tarjeta del SUBE; y a la noche ahí es tierra de nadie”.
Según indicó la decana de Psicología, Edith Pérez, las autoridades de la facultad no recibieron reclamos “ni de estudiantes ni de padres”. No obstante, afirmó que “aunque no estamos enterados de que tarde tanto en llegar el micro vamos a hablar con las empresas”.
Además, Pérez indicó que para una mayor seguridad la facultad ha pedido, sin éxito, un móvil policial que custodie la zona.
Fuente: www.eldia.com.ar