Fidel por siempre Fidel.
Basta decir que la vida y la muerte nos sitúa en algún lugar, en el que nos merecemos, ante los hombres, familia, sociedad y en el caso de los –hombres especiales- ante la historia; así sucedió con Fidel Alejandro Castro Ruz, el legendario comandante de “Los Barbones” que fue catalogado como héroe, villano, critico, amigo, enemigo, historiador, revolucionario o tirano, como lo calificara el hocicón magnate yanqui Donald Trump, presidente electo de USA, entre otros por la gusanera que vive en Miami, Florida.
Como cuando en aquella ocasión en que nuestro ex presidente, por cierto también empresario y bocón, quién ofreció el cambio que nunca llego, y que ganará la elección gracias a la necedad del eterno aspirante Cuauhtémoc Cárdenas Solorzano, quien se negará a utilizar el asqueroso y pestilente “PEMEX Gate” para darle en la madre al PRI, el fu e el primero que conoció del asunto; Vicente Fox Quezada se aventará la punta en septiembre de 2002, año capicúa, con la ya legendaria consigna de ¡Comes y te vas!, lapidaria frase que puso en peligro las históricas y legendarias excelentes relaciones diplomáticas entre México y la Habana.
El comes y te vas nos creó en ese momento a todos los mexicanos una situación de malestar , que pese a la tosudes ramplante tricolor de Beatriz Paredes Rangel, hoy flamante embajadora de México en Brasil, al argumentar que nada se podía hacer porque había que ser institucionales y respetar la (estúpida) decisión presidencial.
Esta estúpida sentencia y penosa situación internacional que pudo ser solucionada gracias a la valiosa intervención del Dr. Eric Eber Villanueva Mukul, jefe de la bancada perredista, en San Lázaro, quien hizo caso omiso y salvo la situación, yendo a La Habana a pedir disculpas por la mamarrachadas dichas y creadas por el Diestro de San francisco del Rincón, tierra de la madrotas conocidas en los años sesentas como “Las Poquianchis”, y del mismísimo hocicón Vicente Fox, al pronunciar una de tantas estupideces que acostumbra decir sin ton ni son.
La obra y los hechos, opiniones y hasta chistes sobre el Comandante ahí están nos gusten o no, son una referencia y un parte aguas histórico sobre las revoluciones de la mitad siglo XX a partir de los años sesentas en África, México, Latinoamérica y el caribe y otros hechos históricos más; sino ahí quedo, como muestra, la biografía de las hermanas Mirabal asesinadas por el sangriento Leonidas Trujillo en Santo Domingo, República Dominicana; pero además de como un hecho tan macabro y sanguinario cometido contra las hermanas Mirabal “Las Mariposas”, se generó una fecha para recordar a las mujeres de todo el mundo: El día mundial de la no violencia contra las mujeres.
México fue el segundo hogar para Fidel y sus compañeros, aquí vivieron algunos años en nuestra ciudad de México D. F., en la calle de Emparan no. 40, si la memoria no me traiciona, colonia Tabacalera, delegación Cuauhtémoc; estos “Barbones” en ciernes se reunían a platicar y soñar con una revolución que redimiera a los pobres y ninguneados cubanos en el café que hoy se conoce, precisamente en honor de ellos, como -Café La Habana- en la esquina de Morelos y Bucareli.
Ellos, los futuros “Barbones” vivieron precisamente en una colonia del D. F. donde por orden de Batista, sus esbirros mataran a balazos al también revolucionario Juan Antonio Mella. En este exilio de la ciudad de México, basta decir que fue precisamente porque Fidel fue condenado al –ostracismo político- al ser encarcelado por pretender asaltar el cuartel Moncada el 26 de julio de 1953; al ser liberado se viene a México, donde sale desde Tuxpán, Veracruz, en el yate Granma-hoy un periódico de la revolución cubana, precisamente para tomar el poder el 1 de enero de 1959, Bajo desde los picos de la Sierra Maestra para llegar a La Habana y hacerse el comandante en jefe de la revolución cubana.
Una revolución que siempre buscó redimir y hacer justicia a todos los pobres explotados y humillados cubanos, lo mismo al guajiro sin tierras del campo o al “Tres patines” urbano de la Habana, basta con escuchar el viejo programa radial –La tremenda corte- que data de la época de Batista y que todavía se escucha en algunas radiodifusoras mexicanas para enterarnos de manera jocosa, como era la vida en la Habana cuando Cuba la administraba Batista para los soldados yanquis, la mafia y los Kennedy;.
Isla caribeña que arrebatara el naciente imperialismo yanqui a los últimos españoles colonialistas asentados en la vieja fortaleza del Morro a cañonazos que hicieron astillas en minutos los viejos navíos españoles ante el fuego de la artillería o cañoneras del Tío Sam; guerra de independencia que nunca los cubanos pudieron lograr ganar por la aparente superioridad militar española y que costará la vida al poeta José Martí; guerra contra España que fue creada por la asquerosa pluma de William Randall Hertz, el padre del -Jellow Journal- para gloria y anexión del Tío Sam de una isla situada estratégicamente a sólo 60 millas de USA.
Isla que lo mismo era base naval-embarcadero de ferris, plantación bananera-cañera, burdel-garito y sitio donde era posible todo por unos cuantos billetes verdes y así hasta que el comandante mando a parar, como dice la canción son montuno de Carlos Puebla y sus tradicionales. Quedando la base naval sin buques gringos, los casinos sin el ruido que produce la ruleta en su girar y el aroma de vetiver de las putas o los Kennedy sin las cañas que dieron origen a las botellas del murciélago y que se convirtió en el rico Ron Habana.
Todos los que cooperaron con la revolución en gesta, hasta la mafia que hizo donativos a través del judío Lasky, pensaron que se trataba del clásico Gatopardismo “cambiar todo para que todo siga igual” pero se toparon con un portazo en las narices ¡oh sorpresa! Los gánsteres , eso lo debe de agradecer el bocón de Donald Trump volvieron sus ojos para su tierra y en medio del desierto surgió un oasis de alcohol, apuestas, putas y drogas, Las Vegas, por eso lo que pasa en La Habana, se queda en Las Vegas.
En Cuba todo cambio y eso molestó a los yanquis que juraron matar a Fidel, quién sobrevivió a más de 600 atentados orquestados por la CIA y la gusanera de Miami. Pero fue tan cabrón Fidel que hasta militarmente derrotó a los blancos más hijos de la chingada sobre la faz de la tierra, los de Peter Botta en Sudáfrica, los herederos del nefasto y vergonzante Apartheid, gracias a ello Nelson Mandela fue presidente de esa nación.
