En los últimos seis años el presupuesto federal entregado a la Secretaría de Salud (SSa) para atender enfermedades mentales tuvo un subejercicio de 59 millones 414 mil 142 pesos, de acuerdo a información solicitada vía transparencia por reporteros que cubrimos esta fuente de salud. La pregunta es ¿Hasta dónde las manos de Virginia Gonzáles Torres y sus “aliados” son los culpables de estos desvíos?
Tan sólo en el 2016, la (SS) autorizó 187 millones 52 mil 115 pesos, sin embargo, solamente fue ejercido 157 millones 571 mil 883 pesos, es decir, más de 30 millones de pesos no fueron invertidos en áreas dedicadas a atender dichos padecimientos. Estos desvíos deben de ser auditados y revisados –con lupa- por la Auditoria Superior de la Federación y su unidad especializada para investigar estos casos que dirige el Dip. Fed. y Dr. Luis Maldonado, presidente de la comisión de auditoria superior de la federación.
Así es como se explican que la depresión afecte a más de 10 millones de mujeres y hombres en toda la nación, pero fundamentalmente a las mujeres donde se dan más estos casos; además ese subejercicio o desvío de recursos a proyectos improvisados o “experimentales”, como ocurre con el “Modelo Hidalgo”; este desvío subrayamos es el culpable de la ola de suicidios que azota lo mismo Yucatán que el Edomex o toda la nación.
A pesar de que hay un subejercicio de casi 60 millones de pesos de 2011 a 2016, el Estado de México, que es la entidad con más casos de enfermedad mental – casi 40 millones -, sólo cuenta con tres hospitales psiquiátricos, según datos de la dependencia. Además como aquí lo hemos denunciado en el Fray Bernardino hasta las usuarias o pacientes se desaparezcan o como sucede en el Hospital psiquiátrico Yucatán la anarquía sea el distintivo al grado de que la mota se trafica y fuma sin control alguno.
Cabe destacar que la Secretaria de Salud reconoció en una solicitud de transparencia realizada por reporteros de la fuente, que sólo cumplió con aproximadamente 25% de la capacitación en el tema de prevención al suicidio y no realizó ninguna acción en 2016, a pesar de que en los últimos seis años las enfermedades más atendidas son depresión o bipolaridad, las cuales tienen hasta un 40% de probabilidades de que las personas atenten contra sus vidas; como ocurre en la actualidad en Yucatán donde en menos de dos años van más de 320 suicidios.
Según datos de la misma dependencia, el padecimiento más común es la enfermedad del “humor o afectiva”, con 31 mil 797 casos, las cuales son trastornos como depresión, bipolaridad o ansiedad. Desde hace mucho tiempo hemos denunciado por este medio todo lo absurdo y estúpido, pero sobre todo mortal, que precisamente resulta el permitir estos desvíos presupuestales y “experimentos”.
“Humor o afectiva es un área de examen mental. El diagnóstico más frecuente es el de depresión (…) Es el padecimiento que más se asocia con el suicidio”, sin embargo, “el bipolar tiene un más alto riesgo (de suicidio).
La persona con depresión tiene un 25% de riesgo de atentar contra su integridad, mientras que los bipolares sería alrededor de 40%”, indicó Andrés Roche, especialista en psiquiatría. Incluso, el experto señala que la Organización Mundial de la Salud prevé que para el 2020 la depresión “será considerada como la segunda causa de discapacidad a nivel mundial”.
Porque los funcionarios responsables, como es el caso de Virginia Gonzáles Torres, directora del secretariado técnico del Consejo Nacional de Salud Mental de la Secretaria de Salud, desvían o sub ejercen el presupuesto, los usuarios, pacientes, enfermos mentales y familiares son los que sufren y pagan los entierros de estos ahorcados o suicidados y desaparecidos o enviciados por la mota y otras drogas, como precisamente sucede ahora en Yucatán.
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