Josefina Obando, heroína nacional, nació en Ipiales, Colombia

 
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Josefina Obando, heroína nacional, nació en Ipiales, Colombia

(Por Bernardo Andrade Tapia) Los pueblos prevalecen en la historia y superviven en la memoria de la humanidad por los hechos sublimes que ejecutan sus hijos, engrandeciendo con honor a su raza, sus creencias, sus raíces y manteniendo sus vivencias a través del tiempo, como paradigma para las futuras generaciones.

Josefina Obando, heroína ipialeña (1822) y Avelino Vela Coral, primer alcalde de Ipiales (1863). Dibujo de Allan Gerardo Luna, Pasto 2013.

Algo paradójico ocurre aquí en Ipiales, ciudad legendaria, fue por siempre adalid de la libertad; sus gentes defendieron con honor esta preeminencia y antaño construyeron el progreso con luchas y sinsabores, crearon a pulso su porvenir, despejaron un horizonte preclaro; parece, sin embargo, que los contemporáneos olvidan sus hazañas que otrora fueron inmarcesibles. Esta ocurrencia es poco común en la hidalguía, valor y orgullo de esta raza bravía; así lo rememoran las continuas revoluciones de final de siglo anterior y los ecos progresistas con emporios industriales, implementación de servicios públicos hechos con mingas e inicio de la bonanza comercial, periodística, cultural y educativa hasta el año 50.

De entonces, aparece la amnesia popular, surgen los ídolos y falsos revolucionarios a imagen de naciones que hoy tambalean su democracia; y a los hijos de otras latitudes se los colma de honores, se les construye efigies y la historia de sus vidas se lega a la cotidiana lección regional; diríase que, a falta de conterráneos ilustres, buenos son los de otros pueblos y naciones.

El olvido de nuestra historia y sus valores humanos, tiene una causa: se ignora la vida y obra de sus ilustres hijos, nadie ama algo que no conoce. Poco o nada se vislumbra en los claustros educativos y en la tradición popular y familiar. Es por ello que debemos exigir a los gobernantes y legisladores de nuestro pueblo, que se pronuncian en favor de la práctica de la cátedra de historia regional con énfasis en Ipiales, para no condenar a nuestro pueblo a la «ignorancia» en materia histórica y reivindicar de una vez por todas sus gestas gloriosas y sus gentes representativas.

Una pléyade de valores humanos, más de un centenar brillan con luz propia en el estelar histórico de nuestra región. ¿Por qué ignorarlos y relegarlos al olvido?

De entre tantos, aparece la figura cimera de la patriota Josefina Obando Morillo, “quien nació en Ipiales y fueron sus padres Nicolás Obando del Castillo y una señora de apellido Murillo (en aquel tiempo se usaba más este apellido que el de Morillo quien, por otra parte fue sobrina de doña Marta Murillo y Escobar, esposa del acaudalado vecino de Pupiales Francisco Proaño y Belalcázar, madre de los siete hermanos Belalcázar Murillo, en su mayoría fusilados en la represión española de 1814, contra la pared de la capilla de San Joaquín y Santa Ana” afirma Armando Oviedo Z., En: Reminiscencias, II parte, Cedigraf, Ipiales 2013, p. 104.

Josefina Obando, intelectual, laboriosa, rebelde, esbelta, con esa belleza fresca, juvenil y atractiva de la mujer de la época; por ello fue seleccionada para coronar las sienes del Libertador, con laureles, vestida de «ninfa» y pronunciar un heroico discurso en la fiesta que se le tributó en honor a Simón Bolívar, quien visitó a Ipiales, rumbo a Quito, el 12 de junio de 1822; este hecho constituyó para la Obando su sentencia de muerte, por parte de los realistas de entonces.

En horas de la mañana de esta programación, ella acompañó a las autoridades y pueblo aledaño al apoteósico recibimiento al Libertador en una entrada triunfal, desde Puenes, con la participación de avezados jinetes, en la cual le obsequiaron casaca dorada y lo saludaron con una «loa»; posteriormente, «pasearon» al homenajeado en canoa por la laguna, ubicada abajo del Chorro Chico, en donde enseñoreaban una arboleda de especies de la región, ubicada en el actual barrio La Laguna; bajaron a pie del centro de la villa por el sector de la antigua gallera. Ipiales, era entonces un pequeño poblado, con algunas casas de tierra aprisionada y cubiertas de paja, que rodeaban el centro de la antigua plaza Boyacá.

A escasos metros de aquí, fue vilmente asesinada la patriota ipialeña Josefina Obando, el 9 de noviembre de 1822, en el atrio de la célebre capilla colonial de «La Escala», construida por fray Juan Verdugo entre 1773 a 1723 y derruida en 1938, ubicada en la actual carrera 5a, con calle 8a; se identificó a su autores que estaban comandados por Benito Boves, apoyado por Eusebio Mejía, apodado «El Calzón», perteneciente a las huestes realistas de Agustín Agualongo y Estanislao Merchancano. Aseguran, que en plena misa «El Calzón» descargó su fusil a la hermosa Josefina, el hecho produjo honda conmoción y pánico en la región. Otros señalan, que frente a esta capilla le hicieron el patíbulo, de todas maneras éstos guerrilleros echaron por tierra el acuerdo de paz entre Basilio García y Agualongo, después del descalabro de la batalla de Bomboná, y que vengó de manera sanguinaria el mariscal Antonio José de Sucre en la «navidad negra» de los pastusos en 1822.

Varios mártires ipialeños murieron junto a la heroína, como Juan Rosales hijo de Pablo Rosales y doña María Herrera, y se desencadenó un horrendo saqueo a la floreciente villa, sumiendo a los pobladores en la más crítica desolación, hambre y abandono.

«El Calzón», fustigó a los comarcanos hasta que murió meses después en la vecina Tulcán. Pero el flagelo continuó por largo tiempo, por la pobreza de sus gentes, debido a la desbandada de muchas familias que huyeron con sus riquezas y pertenencias a Pasto y Quito, por el temor a nuevas incursiones alevosas de Agualongo, unido al fuerte invierno que azotó con dureza la región.

Contaba la villa de Ipiales, con autoridades como un cura, un alcalde y un juez. Dentro del contexto de la heroína, es indiscutible que el patriota don Francisco Sarasti y Ante, nacido en Popayán y residenciado en la comarca por muchos años, hasta su viaje sin retorno al Ecuador, perseguido por sus ideas republicanas; tuvo una vital influencia en la vida de la Obando y ser acicate democrático y libertario en su vida fugaz y rebelde; debió aprender mucho de este líder de la libertad; Sarasti, estuvo en la revolución popular de los Comuneros del Sur, propició un aumento salarial en la región de los Pastos y a los cargueros de Barbacoas, e hizo firmar a los pueblos comarcanos el acta de Independencia de Ipiales, en septiembre de 1810. En 1924 don Salvador Velásquez Herrera le antepuso el nombre de Antonia a Josefina Obando.

Innumerables personalidades desde 1863 a la fecha, rememoran y estudian con inconmensurable ahínco la gesta libertaria de la heroína Josefina Obando, citamos: doctor Avelino Vela Coral, el general Tobías F. Montenegro (contemporáneos de la patriota), el abogado Paulo Emilio Morillo, don Leonidas Coral, doctor Arquímedes de Angulo, don Roberto Sarasti Martínez (el historiador de la comarca, quien publicó muchos escritos en la prensa local), los periodistas Salvador Velásquez Herrera, Enrique Pantoja Muñoz; padres Benjamín Arteaga, Luis Alberto Coral Bravo, fray Doroteo y Mateo de Pupiales, todos a principios y mediados del siglo pasado.

En la época presente: Lydia Inés Muñoz Cordero, Gerardo León Guerrero, Edgar Ricardo Figueroa de la Academia Nariñense de Historia; Miguel Garzón Arteaga, Uriel René Guevara Revelo, Leonel Chávez Dávila, periodistas; Arturo Coral Folleco en Ipitimes; Jorge Luis Piedrahita, Armando Oviedo Zambrano, Guadalupe Flórez Pérez, José Humberto Guerrero, Vicente Cortés Moreno, Jaime Coral Bustos, Martín Vela, Eloísa Vela de Vela, Álvaro Pantoja Coral, Bernardo Andrade Tapia, investigadores, entre muchos otros; y toda la población ipialeña y del sur nariñense que se enorgullece y evoca la memoria de Josefina Obando, heroína nacional.

El doctor Avelino Vela Coral, gestor del municipio de Obando, cuando se le preguntó sobre el nombre de la nueva territorialidad, él relató en la Corporación caucana, con elocuencia sobre la heroicidad de Josefina Obando, encumbrando su vida a memoria perpetua; así lo recuerda don Leonidas Coral en su ensayo de la guerra de los Mil Días. A su vez, fray Doroteo de Pupiales, el virtuoso fundador de Florencia, Caquetá, la exaltó en el altar inmarcesible de la Patria, al lado de Bolívar, Santander, la Santos, Beltrán y La Pola; la ipialeña Josefina -dijo- «tan bolivariana como mi garganta y mi corazón franciscano», en la homilía del 5 de agosto de 1950, que aún resuena en la juventud de entonces.

Lino Montes (seudónimo, columnista de prensa local) señaló: “por tal suceso (el recibimiento al Libertador), doña Antonia Josefina Obando, en lo sucesivo fue conocida con el sobrenombre de La Ninfa. Su vida de demostración de sentimiento y convicción patriótica frente a Simón Bolívar en aquel julio (?) de 1822, le acarrearía la sentencia de muerte. Era mujer ipialeña y republicana”. (En: Crónica desde Ipiales, periódico Ensayos, n.° 200, diciembre de 1926).

El catedrático de la Universidad de Nariño, Gerardo León Guerrero, escribió “los liberales de la provincia de Obando, especialmente los ipialeños quisieron reconocer con este nombre (el del municipio y la exprovincia) a la heroína ipialita Josefina Obando, mujer convencida de la causa independentista”. (En: Estudios sobre el municipio de Cumbal, 1998).

La académica Lydia Inés Cordero, corrobora: “Josefina Obando ‘La Ninfa’, mártir por la libertad. Ipiales 1822. (…) reconocida como patriota, es fusilada ‘frente a la capilla de La Escala’ (…) viene a engrosar ese contingente de mártires colombianas, cuyo acendrado patriotismo y ejemplo aún perviven”. (En: Mujeres del sur en la Independencia de la Nueva Granada, Pasto 2011, p. 143 ss.)

Armando Oviedo Z. dice: “Los datos biográficos de la mujer que con altivez soportó el escarnio y la muerte en manos de sus captores y oponentes políticos (Josefina Obando), son muy escasos puesto que los archivos de Ipiales el parroquial y el administrativo fueron quemados en la misma incursión monarquista de ese mes de noviembre (op.cit., p. 105).

La silueta legendaria de esta heroína se yergue inconmensurable y monumental, valiente mujer de ayer y de siempre, símbolo de perpetuidad, heroísmo, libertad y estoicismo; figura alta y esbelta, de belleza singular y exuberante, cabellera larga y ondulante; de ojos penetrantes, tez trigueña; es paradigma de su raza, de su tiempo y de la historia; digna para engalanar con orgullo los mejores parques o avenidas entre Ipiales y el puente de Rumichaca, la universidad, un colegio, etc... ¿Qué tal si erigimos un busto en su honor, en lugar de Santander, La Pola o el Veinte de Julio, personajes y hechos lejanos a nuestra razón de ser?

Pero aquella mujer se merece algo más; erigirle un bronce perpetuo en nuestras vidas y que presida el devenir incierto de nuestra región, la agenda de nuestra cotidianidad, la lección democrática de estudiantes y profesores, el acierto de los dirigentes cívicos, y populares, el grito rebelde de nuestros indígenas y coterráneos, la bandera fulgurante y victoriosa de Ipiales y Nariño. Esperemos esto y algo más. Entre tanto apoyemos la idea democrática de erigirle un busto de bronce en su honor, ubicado en el mejor sitio de la ciudad de Ipiales.

Notas al margen

1. El artículo anterior llamó la atención de escritores, periodistas, investigadores e impulsores del desarrollo social. Se publicó por primera vez en abril de 1995, en el noticiero La Voz de Obando de Radio Viva Cultural Bolívar. Además, En: Testimonio de Nariño, Ruptura en febrero de 1997, y noviembre de 2001; tesis de grado de la Universidad Mariana, noviembre de 1997; se incluyó apartes en el libro Diagnóstico del municipio de Ipiales en 1998, p. 133; comentario en Diario del Sur, diciembre 19 de 1998, p. 3A; en el libro Aportes y documentos ..., edición diciembre de 1998, p. 3; en: Revista Estafeta, Pasto, 2002; apartes en el discurso de apertura de la efemérides del municipio de Obando, octubre 1 de 1999; ha sido fuente de consulta permanente de escuelas y colegios, entre 1998 hasta hoy, y preocupación de docentes y estudiantes por conocer nuestra historia vernácula.

2. El 17 de octubre de 1995, “se constituyó la ‘Fundación para el Desarrollo Alternativo Antonia Josefina Obando’, para profundizar en la teoría y en la práctica la nueva concepción integral del desarrollo social sostenible”, (Estatutos); entidad inscrita en la Cámara de Comercio, el 28 de agosto de 1996; y que ha publicado varias obras de carácter histórico.

3. Una placa en la Casa de la Cultura, dice: “El Municipio de Ipiales, rinde un Sentido Homenaje a la heroína Antonia Josefina Obando, quien entregó su vida por la Libertad de las Mujeres y Hombres de América. Guillermo Enríquez M., alcalde; Guadalupe Flórez Pérez, concejal. Ipiales, octubre 18 de 1996”.

4. La Supervisión de Educación y Cultura de Ipiales, dictó la resolución No. 04 de noviembre de 1996, por la cual se oficializa la denominación de Escuela Urbana No. 3 de Niñas, heroína Antonia Josefina Obando “mártir de la democracia y libertad americanas”.

5. El H. Concejo Municipal de Ipiales, aprobó el acuerdo No. 14 de octubre 23 de 1998 “Por el cual se institucionaliza la cátedra de historia y geografía de la ex provincia de Obando, con énfasis en Ipiales”.

6. En el taller Literasura dictado en el Banco de la República en Ipiales por Diva Papados, el 5 y 6 de junio de 2008, se hizo el compromiso de publicar una relación biográfica de Josefina Obando en un libro de circulación nacional.

7. El H. Concejo Municipal de Ipiales, creó la condecoración ‘orden al mérito Josefina Obando’, por acuerdo n.° 039 de 2012, como reconocimiento a las personas por servicios distinguidos a la comunidad ipialeña, iniciativa del concejal mayor (r) Luis Bermúdez Vargas.

8. Con motivo de la conmemoración de los 150 años de la creación del municipio de Obando, se destaca la conferencia: Las mujeres del sur en la Independencia. El pensamiento de Bolívar y doña Josefina Obando en Ipiales, por la doctora Lydia Muñoz Cordero, organizada por la Casa de la Cultura de Ipiales, el 14 de noviembre de 2014.

9. El autor de estas líneas, invita a las autoridades e instituciones educativas, culturales, sociales, comerciales, a que coloquemos la primera piedra donde se erigirá la efigie a Antonia Josefina Obando, en la vía peatonal de la Alcaldía de Ipiales, y al descubrimiento de un boceto del rostro de la heroína nacional, en fecha próxima.
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Comentarios más recientes
Anónimo
Quien conoce su historia, ama a su Patria
 
Agustina Ale
Muy interesante su vida!
 
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