Foto de BUENA VIBRA
Autor: Psi: Sandra Karina Marín Maldonado.
Las crisis constituyen una interrupción de continuidad que suele ser intolerable para la persona y su respuesta de defensa es repararla cuanto antes para recuperar su bienestar. Por tanto, las situaciones estresantes que resultan en desajustes y sufrimientos, ponen a prueba la capacidad de resolución generando malestares psicológicos y colocando en riesgo la salud mental. De las crisis o adversidades, por muy difíciles que sean, no dependen su resolución y adaptación, sino más de la persona. En este sentido, depende, de “los salvavidas” con los que cuenta. Tal y como lo plantea la psicología afectiva, de esos 6 factores protectores que proporcionan, la MAVERA para vivir. Miguel De Zubiría 2020.
Ciertamente, aprehender a conocerte, al identificar estos seis recursos en tu vida, cuales de ellos son con exactitud con los que cuentas, no solo para enfrentar las crisis que te golpean, también de ello depende, la manera como te relacionas adecuadamente con tus Mundos: familiar, escolar, intelectual, grupos, amigos, tiempos libre y hobbies, proyectos, amoroso y laboral.
Ya, en este punto, seguramente ha despertado tu interés y te estarás preguntando... ¿qué es eso de MAVERA para vivir que resulta ser tan bueno? La respuesta que te daré inicialmente, es invitarte a hacerte una reflexión con las siguientes preguntas:
Si ¿actualmente tienes motivaciones, sueños, anhelos? Estas ingresando en la letra M. ¿cuentas con autovaloración, es decir, ¿sientes que eres valioso?, ¿confías en tus capacidades?, esto representa la letra A. ¿cuentas con vínculos afectivos nutritivos?, ¿Esas interacciones son de calidad?, ¿Te apoyan?, ¿te proporcionan felicidad? Aquí te estás cuestionando sobre la calidad de tus relaciones y vínculos, los cuales se simbolizan con la letra V. ¿Tienes pensamientos y emociones positivas de optimismo, de compromiso, de satisfacción la mayor parte de tu día?, aquí estas revisando tus emociones positivas las cuales se configuran con la letra E. ¿Sientes que posees las herramientas y la capacidad para solucionar los problemas y las adversidades que se te presentan? esto es a lo que llamamos resiliencia, la cual está representada por la letra R. Y por último, la A, que en este caso, significa la Alegría de Vivir, ¿has encontrado o tienes metas, propósitos por los cuales te sientas feliz de luchar para conseguirlos?, te sientes feliz de vivir? Esperemos que hasta este momento todo este más claro y puedas ir haciéndote una idea de este maravilloso tema.
Teniendo en cuenta estas preguntas y retomando lo que plantea la psicología afectiva, la cual sostiene que cuando una persona cuenta con estos seis factores protectores sabrá sopesar y solucionar las diferentes crisis en su vida, sintiéndose bien, realizado; de tal forma que utilizará las crisis vividas para su crecimiento y evolución. Si hay fallas en dos, o tres, o más de estos factores, las personas podrían estar muy frágiles y las situaciones de crisis podrían desbordarlos hasta el punto de quebrarlos.
Si apelamos en un ejemplo, las personas con tendencias ansiosas son más propensas a que desarrollen trastornos de ansiedad en medio del debacle de una crisis. En efecto, al presentar fallas o carecer del factor cuatro, experimenta una infelicidad emocional, en donde se instala un sufrimiento y prevalecen las tensiones, pensamientos y emociones negativas de pesimismo y derrota. Al mismo tiempo, el cerebro en su afán por recuperar la homeostasis, se da a la tarea compleja de inyectar sustancias desagradables como adrenalina, cortisona y dinorfinas para resolver tal desequilibrio y poder adaptarse a la situación.
Por otro lado, en el caso de presentarse un déficit en el factor cinco de resiliencia, explicado por la dificultad de la persona para resolver sus problemas, hacen que se disparen los mecanismos de alarma y su concomitante ansiedad. Similarmente, aquellas personas que carecen de autovaloración o se auto-devalúan, es decir, que su tendencia es a comportarse apagados, apáticos y sin energía, es muy probable que al enfrentar una fuerte crisis puedan desencadenar un trastorno depresivo.
Algo semejante ocurre con las personas que experimentan indicadores altos de ansiedad y depresión representados en esos sufrimientos, puedan activar los mecanismos de pesimismo, desesperanza, de ideación suicida, esbozo suicida y el nefasto intento de suicidio. Miguel De Zubiría 2020
En función de lo planteado, revisar e identificar la información sobre tu situación psicológica actual, para hacer seguimiento y poder controlarnos, es quizás una de las iniciativas más valiosas para hacer prevención en salud mental. Aprehender a escuchar y a entender el lenguaje de tus afectos, lo es aún más.
En suma, siendo conscientes de lo expuesto, reconocemos que es de vital importancia monitorear el estado de tus afectos; que los profesores, orientadores y padres de familia cuenten con la formación y orientación oportuna para aprehender a interpretar las señales, entender cómo se están procesando las situaciones de crisis, las infelicidades y los sufrimientos que se derivan de la mismas.
La invitación es a aprehender a conocerte y a conocer a los tuyos, aprehender a evaluar periódicamente la manera como estamos experimentando las posibles señales de ansiedad, depresión e ideación suicida y las infelicidades asociadas durante y después de las crisis psicológicas.
En consecuencia, el monitoreo psicológico nos da una orientación precisa tal y como lo haría un mapa que nos indica el camino acertado para alinearnos sobre las decisiones más oportunas que debemos hacer con dichas señales y así mismo, construir nuestro bienestar.