La Iglesia Católica hace política hace 2000 años. Jorge Bergoglio era un obispo influyente en la Argentina. Pero ahora, como el Papa Francisco, es un hombre poderoso en todo el mundo. Su influjo, gravitante en escala planetaria, rompe con todas las barreras físicas y simbólicas de las frágiles fronteras nacionales. La bendición papal, la fotografía vaticana, se convirtió, de un tiempo a esta parte, en el símbolo que divide a los réprobos de los hijos pródigos. Hacia Roma parten cada semana sindicalistas, empresarios y aspirantes a distintas funciones de gobierno a llevar su diezmo admirativo. A algunos les da audiencias privadas; a otros los atiende en la Plaza San Pedro. Están los que se sientan y hablan horas con él. Otros son recibidos de pie, el tiempo necesario para el fogonazo de un flash. Sus operadores locales reciben decenas de pedidos de audiencia diarias. Negarlo es mentirse a conciencia, decirlo es la pura verdad, su último mensaje al país motivo mi respuesta:
Argentina, 22 de Marzo de 2018.
Secretaria de Estado, Palazzo Apostólico Vaticano, 00120 Città del Vaticano.
Esta carta será enviada por fax al número (003906) 69885255 y por correo electrónico a
[email protected]
Sua Santità Francesco:
Escribo esta carta como respuesta a la suya que hace unos días nos envío a todo el pueblo Argentino en la cual usted pide una serie de disculpas por si algún acto, palabra o dicho pudiera haber llegado a ofender a alguien.
Papa Francisco, hace cinco años que la vida lo “premio” con el puesto jerárquico más alto de la iglesia cristiana, llegar a papa no es fácil y tampoco ocurre muy a menudo, tampoco es para cualquiera por el simple hecho de que lleve una sotana, debe ser una persona calificada y de una moral intachable, condiciones que se sumaran a otras que desconozco pero que deben estar a la misma altura.
Quiero que me permita que le explique por qué no aceptare sus disculpas, y le pido que no tome esto como algo personal, porque lo primero que me enseñaron mis padres es el debido respeto hacia todo ser humano sin importar su color de piel, su cargo o su investidura.
Ante todo quiero que sepa que me siento cristiano y bautizado como corresponde, aunque debido a mi corta edad en ese momento no se me haya consultado si estaba de acuerdo.
Desde hace muchos años (tengo 65) cuando leo algo sobre la iglesia comienzo a sentir algunos ruidos en mi vientre, como cosquillas, síntoma inequívoco de que algo no está funcionando como corresponde, ojo, lo mismo me sucede con otras cosas de la vida cotidiana, como la política por ejemplo, y fíjese usted que estos dos motivos de cosquilleo son los que siempre dominaron no solo mi vida si no la de casi todo el mundo.
Pero quiero detenerme en la primera, de la que usted es su jefe supremo desde hace ya cinco años ,quiero detenerme en ella y hacerle algunos cuestionamientos aunque sé que no soy el dueño de la verdad pero si de mis palabras .
No quiero ser un revisor de la historia, pero esta iglesia, a la que usted ama, nos debe todavía otras disculpas y otros perdones, nos debe muchas explicaciones nunca jamás dadas y si alguna vez lo hizo fueron con palabras poco claras y transparentes, la iglesia nos debe ante todo respeto y dignificación como humanos, y en todo caso es ella la que debería besarnos a cada uno las manos en señal de ese respeto y como duelo eterno por tantas atrocidades cometidas en nombre del señor que nada tiene que ver con todo lo actuado, en este punto debo detenerme para decirle que en mi caso la única mano que bese y besare en mi vida fueron y serán las de mi madre , sintiendo en ellas las arrugas del trabajo honesto y desinteresado.
Necesito que me explique cómo alguien que llega a tan alto cargo, puede pedirle disculpas a todo un pueblo sin antes pedirse disculpas a sí mismo, disculpas por no regresar al país que dice tanto querer o extrañar, disculpas por llegar a países vecinos y no cruzarse hasta nosotros por el mero hecho tal vez de que aquí nos gobierne otro partido político rival en las urnas del que usted es partidario, disculpas de no mostrarse enérgico contra la tremenda pedofilia que domina su ministerio y por no sancionar como corresponde a sus ejecutores ,disculpas por abrirles las puertas de su casa a ladrones de sueños y esperanzas, a corruptos disfrazados de buena gente y con dentadura blanqueada y sin desconocer de su parte que en la mayoría de los casos esa imagen suya junto a la de ellos fuera usada después para fines pocos claros, disculpas por no abrirles esas mismas puertas a ciudadanos que si valen la pena ,a ciudadanos que luchan a diario para poder ser feliz solamente con su trabajo y su honradez, porque no se puede premiar a todos de igual manera, disculpas por pertenecer a una iglesia rica con feligreses pobres, y aquí imagino que no será nada fácil poder manejar semejante estructura, porque según me detalla la página
http://www.lexicon-canonicum.org es impresionante la cantidad de ministerios, secretarias, congregaciones, tribunales y consejos que conforman el Vaticano, imagino la cantidad de personal y dinero que se necesita para que ello funcione correctamente y sobre esto pienso: no sería más sencillo pedirle a la gente que simplemente rece y utilizar a toda esta gente y recursos económicos para ayudar a esos pobres feligreses?.
Papa Francisco, la iglesia esta manchada de sangre desde hace muchos siglos, cómplice de genocidios y de genocidas, ciega de los más atroces atentados a la dignidad humana, muda ante increíbles hechos históricos carentes de toda lógica, a todo esto hay que agregar la inmensa riqueza acumulada a lo largo de la historia hecho en sí que habla más de la codicia que del amor que dice ella tener por toda la humanidad.
Le juro que cuando vi salir ese humo blanco aquel 13 de marzo del 2013 sentí como una brisa fresca acariciaba mi rostro, era una ilusión que me estaba llegando al alma, pensé por vez primera que algo estaba por cambiar, y era nada menos que en la iglesia, esa poderosa arma que siempre fue utilizada para repartir premios y castigos, se lo comenté a todos ,que bárbaro¡¡ el papa es Argentino¡¡, si hasta el orgullo, que ya era una palabra desconocida en mi vida, regresaba .
Pero como tantas otras palabras que alguna vez me pertenecieron, el orgullo se fue retirando de a poco y llego otra totalmente diferente, una palabra opaca y fría…decepción, y aquí la tengo, guardada junto a otras en un viejo arcón que ya cerré.
Mi intención era la de hacer otro tipo de carta inclusive un poco más extensa pero imagino que su tiempo es valioso y no será el suficiente para poder leerlas a todas, pero repito lo antes dicho, no es algo personal son esas cosquillas que muchas veces me impiden hasta dormir las culpables de estas palabras…quiero en este final decirle que por favor no pida más perdón de esta manera ,en veinte renglones no se puede explicar lo que no se siente ,por eso le digo de todo corazón que al único al que le aceptaría unas disculpas en todo caso es a dios y como él es perfecto sé que nunca ocurrirá ,eso si tal vez el, en su misericordia, pueda llegar a aceptar las suyas.
Atte. lo saluda este simple ciudadano
JULIO ANDRES CASATI
[email protected]
República Argentina
Fuente: www.radiolashorascontadas.blogspot.com.ar
