(A la memoria de los 44 tripulantes del A.R.A San Juan)
Con la luna como testigo y el arrullo de mi mar,
El tiempo me abraza y no puedo escapar…
El sol se ha ido, la noche me alcanzó,
Ha llegado la hora de decir adiós...
Huyo hacia un mundo sin final, donde el tiempo no existió
Donde la noche se unió con el mar
Donde cientos de sirenas le cantan a las estrellas
Lo que encierra mi memoria, lo que será eternidad…
Con la luna como testigo y el arrullo de mi mar,
La nave me espera para poder zarpar…
Es el precio de la vida, de nacer y de amar
Perderse en la niebla del hubiera y del jamás…
La culpa es inevitable al sentir que la vida se va!
Huyo hacia un mundo sin final, donde el tiempo no existió
Donde la noche se unió con el mar
Donde cientos de sirenas le cantan a las estrellas,
Lo que encierra mi memoria, lo que será eternidad…
El sol se ha puesto entre el cielo y el mar,
Las olas devoran esto que hoy es mi hogar,
Sin prisa, sin piedad…
Las almas se pierden en la bruma del ayer
Mi horizonte se nubla, seremos paz, seremos infinitos…
Huyo hacia un mundo sin final, donde el tiempo no existió
Donde la noche se unió con el mar
Donde cientos de sirenas le cantan a las estrellas,
Lo que encierra mi memoria, lo que será eternidad…
Legue a destino, llegamos al final, la última batalla libramos,
Y en ella, el corazón dejamos,
Es la última escala, el último puerto,
Allí veo a las sirenas, orcas y delfines,
Ellos serán desde ahora nuestra voz,
Ya no será más el mar silencioso,
Cuarenta y cuatro almas ocuparan sus olas, sus tempestades,
Serán el viento, serán murmullo…
El ultimo puerto, la última escala, el último suspiro,
El refugio eterno,
Serán la enseñanza para un mejor futuro…
Y para una prospera mañana.
® 2017-Julio Casati
Fuente: www.radiolashorascontadas.blogspot.com.ar