Si nunca tuviste una mascota, jamás vas a conocer las cualidades terapéuticas que esos bichos peludos, escamados o plumosos pueden proporcionar al mas común de los mortales.
Las terapias con animales han existido siempre y de una forma rigurosa durante los últimos cincuenta años, y con cada estudio que se realiza se multiplican los posibles usos de los animales domésticos. Recientemente, los investigadores exploraron la posibilidad de que también, pueden ayudar a los chicos con autismo y encontraron que eran más eficaces que cualquier juguete.
El estudio, publicado en PLoS ONE, se basa en un trabajo realizado en una clases de chicos autistas donde los hacían jugar con dos chanchitos de la India durante unos diez minutos. Comparándolo con otro grupo, al que le dieron juguetes durante los mismos diez minutos, los que jugaban con los animales parecían ser más sociables, interactuar más con sus compañeros y presentaron menor cantidad de comportamientos negativos.
Uno de los científicos que trabajo en el estudio comento lo siguiente:
“Los chicos con autismo participaron en un 55 por ciento más cuando estaban con los animales, en comparación con los que tenían juguetes”, y agregó que sonreían todo el tiempo.
“Estas son grandes mejoras para los chicos que tienen dificultades para interactuar socialmente y con frecuencia sufren de una mayor ansiedad y estrés”, y terminó diciendo: “La capacidad de un animal para sacar una sonrisa o conseguir que un chico le hable, fue un descubrimiento enorme”.
Esto no es nuevo. Los chicos con sus juguetes pueden sentarse en un rincón y seguir ahí por horas sin comunicarse. También son más propensos a ser destructivos y tirar el juguete lo que es más difícil que hagan con un chanchito de la India. Pero, ¿por qué los animalitos hicieron más sociables a los chicos?.
No está claro exactamente el por qué, pero los investigadores sugieren que es posible que la presencia de los animales genera un ambiente menos estresante para ellos.
Y, por que los chicos se comunican con los animales, pero no con los seres humanos. Los autores escriben:
En el presente estudio, los chicos demuestran calidez y afecto a los animales, pero no a los humanos. Esta paradoja puede indicar que se sienten más cómodos o más cerca de los animales que de la gente. O bien, se pueden evidenciar un tipo diferente de relación entre los niños y los animales que con los seres humanos.
Este podría ser un primer paso para entender cómo y cuándo trabajar con animales para ayudar a los chicos autistas a salir de su encierro.
Fuente: www.ronniearias.com