Primero fueron las denuncias por “persecución ideológica” a los profesores que no suscriben la línea camporista de las luminarias que conducen la institución. Ahora comenzaron a circular fuertes expresiones de repudio por la proliferación de escenas sexuales en los baños mixtos de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP.
Como sea, la casa de altos estudios está en el centro de la polémica. El año pasado, la medida fue presentada por la decana Florencia Saintout como un canto al librepensamiento, un paraguas bajo el que cada uno podía entrar al baño que quisiera porque ya no hay diferencias entre ”todos y todas”.
Pero, al cabo de varios meses de instrumentada la medida -resistida incluso por los sectores más progresistas del estudiantado-, comenzaron a vislumbrarse ciertos problemas, algunos de los cuales afectan el normal desempeño de las tareas de la institución.
Según señalaron a NOVA fuentes de la propia sede del Paseo del Bosque, “cada día es mas evidente la utilidad de los baños para tener sexo”. Lo que empezó siendo una curiosa iniciativa de baños mixtos mutó con el tiempo en un “lugar fijo” para que alumnos y profesores mantengan relaciones sexuales en el horario nocturno, según deslizan desde la Facultad con pedido de reserva.
“Ya no hay horario para nada”, comentó ante este portal una indignada mujer. “Es común ver y escuchar a parejas teniendo sexo en los baños”. El “problema”, insisten, es garantizar la provisión de preservativos y la prevención de enfermedades de transmisión sexual, por lo que exigen medidas urgentes de Saintotut.
“Cuando algunos vienen quejándose de la higiene de los baños, entran en juego las prácticas sexuales que se vienen llevando a cabo”, escribió a NOVA una mujer que camina los despachos. “Y esto pasa con el permiso de las autoridades”.
Antes, con la división de baños por sexo, “no se alimentaba la actividad sexual, porque había que transgredir al menos una regla de conducta para poder inmiscuirse en uno de los baños. Hoy ese límite no existe”, denuncian.
Una asimetría señalada es que, en una facultad donde son reiteradas las quejas de los alumnos que son discriminados por tener que llevar a sus hijos a clase ante la falta de guarderías o medidas que permitan una cursada mas flexible, se permita desatar un “libertinaje” en los baños.
Atemorizados, muchos esperan una escalada en el número de embarazos no deseados o en el aumento de enfermedades venéreas ante la falta de higiene y medios de protección. Así estamos. Todos y todas.
Fuente: www.agencianova.com