¿SU MUERTE SERÁ EL COMIENZO DE UNA NUEVA REVOLUCIÓN DEL PUEBLO CUBANO PARA RECUPERAR SU LIBERTAD?
A lo largo del siglo XX, Fidel Castro fue un actor realmente central -y significativo- de la llamada Guerra Fría, que trasladó a nuestro propio hemisferio. En los hechos, su gobierno dictatorial dependió siempre de la ayuda exterior. Primero proveniente de la Unión Soviética y, luego, de Venezuela. Siempre sustancialmente una asistencia que llegaba en forma de barriles de petróleo crudo.
En el haber de Fidel Castro se encuentra haber derrocado la atroz dictadura de Fulgencio Batista apoyada por los EE.UU. y la mafia norteamericana, contribuyendo a instalar en el escenario de la política la cuestión social y la necesidad de paliar las desigualdades humanas desde la justicia.
En su debe su cercenamiento de los derechos humanos y de las libertades civiles y políticas de su propio pueblo.
En 1955 reconoció tener en sus prisiones a 20.000 presos políticos ya que todo aquel que disentía era privado de su libertad.
Su pueblo no tenía el derecho a opinar con independencia como de manifestar públicamente sus ideas mediante la prensa, y de reunirse para defender sus ideales.
Su largo gobierno sumió a su pueblo en la intimidación y el miedo constantes, situación desgraciada con la que sus conciudadanos convivieron por décadas y siguen, aún hoy, conviviendo.
Fue visitado por tres Pontífices sucesivamente: Juan Pablo II, Benedicto XVI y, más recientemente, por el Papa Francisco.
Recién en 1998 restableció la fiesta de la Navidad, de la que había privado a su pueblo.
Algo parecido sucedió en su relación con los Estados Unidos, que hoy está en una etapa -muy lenta- de presunta "normalización".
En 1991 declaro: Jamás me jubilaré de la política, de la revolución o de las ideas que tengo. El poder es una esclavitud y soy su esclavo".
En el 2010 reconoció el fracaso de su régimen declarando:
-El modelo cubano ya no funciona ni siquiera para nosotros.
En el 2016 posterior a su muerte volvió a ratificarlo:
- Emprenderemos la marcha y perfeccionaremos lo que debamos perfeccionar, con lealtad meridiana y la fuerza unida.
A pesar de lo que siempre dijo, Fidel nunca renunció a las comodidades capitalistas, ni eligió vivir con austeridad.
Todo lo contrario, su modo de vida es el de un capitalista sin ningún tipo de límites.
Tenía una isla privada para él solo: Cayo Piedra, ubicada al sur de la Bahía Cochinos. Según la descripción de Sánchez, allí construyó un Jardín del Edén.
Para trasladarse hacia y desde el resto de Cuba utilizaba un lujoso yate, el Aquarama II, construido con madera importada de Angola y cuatro motores obsequiados por Leonid Brezhnev, uno de los últimos presidentes de la Unión Soviética. Por tierra, solía trasladarse en un Mercedes-Benz.
Las propiedades de Castro no se limitaban a esas.
En La Habana tenía su propia mansión, que incluía un bungalow con puerto, un centro médico, cancha de baloncesto y hasta una pista para jugar a los bolos en la azotea.
Entre otras extravagancias, el ex mandatario se movía siempre con una escolta de diez custodios.
Dos de ellos debían tener su mismo tipo y factor sanguíneo, para ser potenciales donantes en caso de que lo necesite.
Además de fumar los mejores habanos cubanos, era un amante del whisky. Su preferido era el costoso Chivas Regal, importado de Escocia.
En las últimas décadas que pasó al frente del Gobierno solía despertarse tarde y empezar a trabajar después del mediodía. Cuando era visitado por alguno de sus amigos, como el recientemente fallecido Gabriel García Márquez, pasaba gran parte del día pescando con arpón en su isla privada.
Su relación con el Che Guevara fue estrecha, intensa y profunda:
-Que si me llega la hora definitiva bajo otros cielos, mi último pensamiento, será para este pueblo y especialmente para ti.
Con esas palabras despidió Ernesto Che Guevara a Fidel Castro cuando partió hacia Bolivia, en la carta que el líder cubano leyó en público el 3 de octubre de 1965, en La Habana.
No tuvo ningún tapujo en conseguir dinero de la forma que sea, negociando con el ex famoso capo de la droga Pablo Escobar Gaviria, convirtiendo a Cuba en un portaaviones para el narcotráfico hacia los EE.UU.
Con la muerte de Fidel Castro días difíciles se avecinan para el pueblo cubano.
Murió Fidel Castro tras seis décadas de tiranía en Cuba pero la dictadura continúa vigente.
¿Su muerte será el comienzo de una nueva revolución del pueblo cubano para recuperar su libertad?
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