e mi no aguarden menciones positivas en favor de alguien que no sea una mujer, aunque existen algunas descarriadas más parecidas hombres, únicas criaturas humanas con factores valederos en medio de una jungla de intereses malignos que han sido impuestos por sociedades adversas a los fundamentos y principios naturales, al permitirse que sean éstas lideradas por varones perversos, dispuestos a corromper los preceptos éticos que requiere el mundo recorrer.