Un hombre caminaba luciendo una hermosa capa. El viento y el sol quedaron tan admirados que decidieron arrebatársela. El viento muy autosuficiente le dijo al sol, te ganaré y comenzó a soplar muy fuertemente logrando que aquel hombre la apretara más contra su cuerpo. Entonces el sol dijo, ahora es mi turno y comenzó a brillar y a calentar suave pero intensamente. Y aquel hombre acalorado se quitó su capa. LA PACIENCIA VENCIO A LA VIOLENCIA.