Son del Arzobispado y el domingo protagonizaron una fuga en masa del predio ubicado sobre calle 14. Pensaron dejarlas para que se integraran al paisaje, pero al enterarse que una había sido cazada, decidieron recuperarlas.
Las gallinas de Guinea que desde el domingo modificaron en parte el paisaje de Plaza Moreno y llamaron la atención a varios se escaparon del predio que el Arzobispado a pocos metros, sobre calle 14. Y de las 14 que decidieron salirse del hábitat en el que estaban y conocer nuevos horizontes pudieron recuperar diez.
Esta familia de aves, de colorido copete, habían aparecido el domingo último y se las pudo ver caminar en grupo de un sector a otro, situación que alertaba a quienes concurren a ese espacio de manera habitual. Y todos se preguntaban de dónde habían salido. El misterio quedó develado al saberse que pertenecen al Arzobispado, donde habían arribado hace un tiempo y allí vivían.
"No sabemos por qué el domingo se volaron y se fueron a Plaza Moreno", contó este mediodía el padre Raúl. Por tratarse de aves que no son domésticas, y ante lo difícil que resultó en un primer momento hacerlas regresar, pensaron en dejarlas libres en la plaza para que fueran parte del espacio. "Era muy lindo que estuvieran allí", reconoció el sacerdote, después que intentara hacerlas regresar."Las fui a buscar, te siguen, pero no se animaban a cruzar calle 14", agregó.
Sin embargo, al enterarse que uno de los ejemplares había sido ultimado a piedrazos, decidieron lanzarse a tratar de recuperarlas. Y de las 14 que originalmente conformaban la comunidad, lograron que diez regresaran.
Tenían hasta un gallinero
La extraña presencia de estas gallinas de Guinea despertó la atención de quienes caminaban por Plaza Moreno y las advertían. Sin embargo, en el pequeño bosque que el Arzobispado tiene en su predio se las veía deambular con total naturalidad. "Como no hay perros, no hay nada, pensamos en tenerlas. Incluso le habíamos hecho un gallinero", confesó el padre Raúl. Y las gallinetas en cuestión llegaron después que conejos se `hospedaran´ en el mismo sitio, aunque debido al comportamiento que éstos tuvieron debieron buscarle otro destino.
Estas aves llegaron procedente de Carmen de Areco, algunas como parte de un regalo, donde según comentaron dos veces al mes se hace una especie de feria en la que se puede `canjear´ ejemplares que la gente puede tener en su vivienda. Y como el Arzobispado tiene a su cargo dos colegios ubicados entre Alsina y Baradero, fue así que las gallinetas terminaron viajando hacia La Plata.
La idea ahora es que un especialista le corte las puntas de las alas para que así no puedan volar, pero en caso que vuelvan a protagonizar una fuga en masa como la del último domingo no descartan en regresarlas al campo
Fuente: www.eldia.com.ar