Según anunció el vocero del Vaticano, Federico Lombardi, el nuevo cónclave para elegir al Papa luego de la renuncia de Benedico XVI será en marzo.
El proceso de selección del Máximo Pontífice será mediante cónclaves del Colegio cardenalicio, en el cual los cardenales eligen mediante escrutinio secreto al nuevo jefe de la Iglesia Católica.
Según las normas eclesiásticas, el cargo de Obispo de Roma queda libre sólo en dos casos: ante la muerte o la renunciar del pontífice en turno, lo que se conoce como “Sede Vacante”.
Según la Constitución Apostólica, las peculiaridades de la elección dictan que cualquier persona católica puede ser elegido Papa, aunque si carece del rango episcopal deberá ser ordenado Obispo inmediatamente tras su elección.
El número de Cardenales que eligen no puede superar los 120 y no deben tener ellos más de 80 años.
La elección se realiza dentro de la Capilla Sixtina y tras cada elección que se lleve a cabo, si hay acuerdo, se proclama mediante la fumata blanca, en caso contrario se anuncia con la fumata negra y se prosiguen las votaciones.
A partir de la Constitución Apostólica de Juan Pablo II, la elección del nuevo obispo de Roma se realiza mediante escrutinio o voto secreto, realizado mediante papeles donde se escribe el nombre del candidato, y luego de realiza un conteo
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