En las redes sociales, en los medios de comunicación, en calles y avenidas todo mundo pide el máximo castigo contra el ex gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina, hasta, los que hace más de un año se decían orgullosos de su amistad hoy se agachan y se van, y algunos se unen al coro que exige sangre y crucifixión.
Los delitos que se imputan al exmandatario estatal son peculado, ejercicio indebido o abandono de funciones y delitos patrimoniales por 3 mil 600 millones de pesos por el caso KIA.
Entonces, ¿porque el pueblo quiere que solo a el se le crucifique? Donde están los coparticipes, todos los beneficiados. Algunos son alcaldes, diputados, empresarios, líderes políticos, etec. ¿Por qué todos guardan un ominoso silencio? ¿Por qué hasta los de KIA callan?