- Notar como te gotea la nariz lentamente, como si se tratara de un grifo mal cerrado.
- No notas el frío, apenas una ligera brisa te hace saber que vives.
- Alargar la vista más allá del pensamiento para poder creer que eso, el más allá, existe ... y lo ves.
- Las luces que imaginas y definen el camino, no llegan a cegar tus ojos, aspiras a que se mantengan siempre ahí ... mientras puedas y te dejen verlas.
- El empíreo te ve, tu cielo te habla:
"Enrique, cuidado, no vayas a mojarte los pies. Deberíamos irnos, hace mucho frío".
Llegó como del mar
Con los ojos de una hoguera
Feliz y embaucador
Me llevó por su vereda
Me llenó el corazón
Con leyendas de sal
y en los días que en mí se quedó
Fue llenándome de paz.