09 junio 2012
- Las buenas noches siempre son un preludio del mal día. Hay quien se alimenta de la noche y hay quien solo la quiere para maltratarla.
- “Ay, mi amor, sin ti no entiendo el despertar. Ay, mi amor, sin ti mi cama es ancha. Ay, mi amor que me desvela la verdad… Entre tú y yo, la soledad y un manojillo de escarcha.”
- Si, estaba acariciando la letra de esa preciosa, triste y cruel canción de amor, sí, la de Curro El Palmo, cuando he vuelto a pensar en todo aquello que mata las ilusiones de muchos y que estropea el páncreas de quien no sabe encontrar convenir consigo mismo, sus males y sus verdades.
- La realidad y los años, ay los años, nos devuelven la cordura, esa cosa tan desagradable en la que ya todo te parece poco importante, cuando no hace mucho hubieras matado por un amor mal interpretado o por una razón no concedida.
- El tiempo pondera los resaltes del alma y cicatriza casi todas las heridas, ya no te hacen reír los chistes de putones desorejados, ni te molesta que te hablen de usted las niñas de cuarenta.
- Todo ha pasado en un santiamén, casi como las noches de fiesta, que deprisita se pasa la vida, qué deprisita parece acabarse todo ¿verdad?, pero no es del todo cierto, la vida se acaba cuando no tienes ilusiones que cumplir para mañana y yo, igual que tú, aunque aún no lo sepas, tienes mucho que hacer mañana, casi tanto como hiciste ayer con esa vida loca.
Esta (La vida loca) es una de las mías (una triste canción de amor que me pirra) y la traigo hoy aquí porque va por ti amigo y amiga que estás ahí, como yo, esperando soñar, deseando que llegue ese momento siguiente (quizás en el segundo posterior al anterior, quizás antes de que se cierre la puerta, quizás mañana) para poder volver a empezar.
"Y no me abandona
porque a mí me toca, esta vida loca".
Fuente: etarragof.blogspot.com