La primera virtud que necesita un religioso después de la caridad, es la humildad. Debemos ser agradecidos con Dios por todas las bendiciones que nos ofrece, podemos orar en la mañana y en la noche, ya sea para una petición personal, o también por la protección y la salud de nuestra familia. Lo más importante es siempre hacerlo con fe de que Dios y San Benito en su intercesión, van a cumplir nuestro deseo.
La casa de Dios es para rezar y no para charlar
Todo aquel que sea superior debe dar un mínimo esfuerzo por ser amable y mostrarse bondadoso
El que administra el dinero no debe humillara nadie
Nuestro tema debe ser “trabajar y rezar”
Cada uno debe esforzarse por ser exquisito y agradable en su trato
Todos en su comunidad deben ser como una familia que se ama
Portarse con nobleza es una gran virtud.
San Benito hace las "Santas Reglas" con la visión de que no solo sus monjes podrían aplicarla y seguirlas, sino también a nosotros, el a través de su humildad, su serenidad, su comportamiento nos invita a que lo imitemos , que procuremos hacer las cosas por el camino recto, nos invita a que el trabajo dignifica al hombre sobre todo el de labrar la tierra, la madre tierra que provee nuestros alimentos.
San Benito aleja el mal a través de la oración, de su gran devoción hacia Dios, pide por todos nosotros para que seamos salvados y protegidos por Dios nuestro Señor.
Fuente: oraciondelamanana.info