El ser humano tiene una serie de necesidades fisiológicas que tienen que ser satisfechas en todo momento, como lo es el oxígeno. Y, aunque cada momento le agradecemos a nuestros órganos por su funcionamiento, existe unos organismos que son la raíz de toda nuestra salud y funcionamiento, y en un espectro más grande el tener la vida; hablamos de las células eucariotas.
Las células eucariotas, específicamente la célula animal, la cual es la que se aloja en el humano y en todos los animales; le dan un funcionamiento correcto y amplio a nuestro cuerpo: lo regulan, lo crea y lo nutren. Sin ellas, la vida no existiría, y su trabajo nunca para.
Es por ello, que a continuación hablaremos un poco sobre uno de sus componentes o estructuras que conforman a la célula animal, que es de suma importancia para su funcionamiento, y por ende el nuestro, el retículo endoplasmático liso.
¿Qué es?
Básicamente, es una serie de pequeños tubos que se conectan al retículo endoplasmático rugoso, y se enfoca en más que nada en la síntesis constate de lípidos en el cuerpo.
Su funcionamiento general
El retículo endoplasmático liso, se encarga de procesar los distintos lípidos antes de ser enviados al aparato de Golgi para su distribución. También se encarga de la desintoxicación del cuerpo, es decir, en caso de que la persona se encuentre en un estado de ebriedad o bajo los efectos de un narcótico, este orgánulo se encargará plenamente de que desintoxicar todas las partículas de estos efectos que se encuentre en la persona.
Fuente: www.celulaanimal.info