Nación consumista
Según comenta el profesor del Oberlin College David Orr, “el surgimiento de la sociedad de consumo no fue inevitable ni accidental”. Lejos de ser así, fue el resultado de la combinación de cuatro pensamientos: una idea principal en la cual la Tierra es nuestra para que tomemos todo de ella, la inteligencia tecnológica, el nacimiento del capitalismo moderno y la prodigalidad extraordinaria de Norte América, donde echó sus primeras raíces el modelo del consumismo masivo. Es así como poco a poco esta tendencia fue surgiendo en los países desarrollados.
En Estados Unidos existían muchísimos recursos hechos a mano, y se creía que al apoderarse de ellos era un derecho y se ingeniaron nuevas maneras astutas de hacerlo. Mientras que el capitalismo, que de manera incansable necesitaba generar ganancias, fue evolucionando hasta volverse en el modelo económico dominante en el mundo y es de esta manera que la cultura del consumismo fue necesaria para sostenerlo. En EE.UU. los gastos de consumo personal, que se traduce como la cantidad que se gasta en servicios y bienes a nivel de los hogares, rebasaron los 24 billones de dólares en 2005 los que en 1960 sería un aproximado de 4.8 billones de dólares.
¿En que gastamos?
Entre los años 2004 y 2005, los norte americanos gastaron un aproximado de dos tercios de su economía en bienes de consumo de 11 billones de dólares, invirtiéndose más dinero, en joyas, relojes y zapatos lo que vendrían siendo unos 100.000 millones de dólares más que en educación superior en la cual fueron 99.000 millones de dólares. Según con los datos de las Naciones Unidas, se gastaron 18.000 millones de dólares en cosméticos en el mundo entero, mientras que se habría alcanzado los 12.000 millones en el cuidado de la salud de todas las mujeres.
Fuente: cumbrepuebloscop20.org