A la par de la implementación de la facturación electrónica en Colombia, comenzó a ser aplicada la nueva Ley de Financiamiento, discutida en el Senado durante el 2018. Uno de sus objetivos principales, minimizar la evasión fiscal a su mínima expresión; uno de los propósitos primordiales que busca atacar también la facturación electrónica.
Las empresas que facturen electrónicamente serán unas de las beneficiadas con la nueva Ley de Financiamiento. Según cita el Parágrafo 5, del artículo 98 la DIAN podrá devolver, de forma automática, los saldos a favor originados en el impuesto sobre la renta y sobre las ventas de aquellas empresas en las que “más del ochenta y cinco por ciento (85%) de los costos o gastos y/o impuestos sobre las ventas descontables provengan de proveedores que emitan sus facturas mediante el mecanismo de factura electrónica”.
En este sentido, Alberto Redondo, Director de Marketing de SERES para Iberia y LATAM, expresa que la nueva Ley de Financiamiento – recién puesta en marcha junto a la facturación electrónica- introduce algo novedoso y es que la factura electrónica supondrá una gran mejora de las finanzas de las empresas que la implanten. “La entrada en vigor de la nueva Ley de Financiamiento vuelve a remarcar que, a pesar de que el ahorro de costes pueda ser la ventaja más destacada de la factura electrónica, en sí misma, la e-factura tiene otros muchos beneficios bastante más relevantes como las ventajas financieras y fiscales que aporta”.
La Ley de Financiamiento, en aras de erradicar la evasión fiscal, propone diferentes sanciones para los evasores. Esta normativa, de la mano del control impuesto a través de la facturación electrónica, busca un control fiscal favorable para el Estado y por ende para la sociedad.