Tres cartas para recordar que el amor existe

 
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Sí, vivimos en la era del Whatsapp pero eso no quiere decir que no podamos dedicar algunas palabras románticas. Te mostramos tres de las cartas más románticas de la historia para que mueras de amor.

Tres cartas para recordar que el amor existe

Johnny Cash a June Carter
La pareja se conoció en 1956, cuando June debutó en el Grand Ole Opry de Nashville, meca del country. Ambos estaban casados, pero se enamoraron profundamente y él terminó pidiéndole matrimonio públicamente.

La carta:

“Nos hacemos viejos y nos acostumbramos el uno al otro. Pensamos parecido. Nos leemos la mente. Sabemos qué quiere el otro sin preguntarlo. A veces, nos irritamos un poco el uno al otro.

Tal vez, a veces nos damos por sentado. Pero hay ocasiones, de vez en cuando, como hoy que lo medito, me doy cuenta de la suerte que tengo por compartir mi vida con la mujer más extraordinaria que he conocido.

Todavía me fascinas y me inspiras. Me influyes para mejorar. Eres lo que deseo, la razón número uno en la tierra para mi existencia”.

Marcel Cerdan a Edith Piaf
Marcel Cerdan y Edith Piaf. Vivieron el uno para el otro durante años hasta la trágica muerte de Cerdán en 1963 en un accidente de avión en las Azores.

El intercambio:

“Yo te amo irracionalmente, anormalmente, locamente, y nada puedo hacer para evitarlo. La culpa es tuya, eres magnífico. Abrázame con el pensamiento entre tus brazos y piensa que nada cuenta en el mundo aparte de tú y yo”, escribió Edith Piaf a Cerdan el 20 de mayo de 1949.

El respondió: “Existe una sola Edith Piaf y yo tengo la suerte, yo, pobre boxeador bruto, de ser amado por ella (…)”.

Ludwig Van Beethoven a su “amada inmortal”
Esta carta es más conocida por la película Sexo en Nueva York, por la frase que le dedica Mr. Big a Carrie.

La carta:

“Aunque sigo en la cama, mis pensamientos van hacia ti, mi Amada Inmortal, primero alegremente, después tristemente, esperando saber si el destino nos escuchará o no. Yo sólo puedo vivir completamente contigo y si no, no quiero nada. Sí, estoy resuelto a vagar por ahí, lo más lejos de ti hasta que pueda volar a tus brazos y decir que estoy realmente en casa contigo, y pueda mandar mi alma arropada en ti a la tierra de los espíritus. Sí, desgraciadamente debe ser eso. ¿Serás más contenida y prudente desde que conoces mi fidelidad hacia ti? A ninguna más poseerá mi corazón, nunca, nunca”.

¡Oh Dios! ¿Por qué tiene uno que ser separado de alguien a quien ama tanto?, y además mi vida es ahora una vida desgraciada. Tu amor me hace a la vez el más feliz y el más desgraciado de los hombres. A mi edad yo necesito una vida tranquila y estable, ¿puede existir eso en nuestra relación?

Ángel mío, me acaban de decir que el coche correo va todos los días, debo cerrar la carta de una vez y así podrás recibirla ya. Cálmate, sólo a través de una consideración calmada de nuestra existencia podemos alcanzar nuestro propósito de vivir juntos.

Cálmate, ámame, hoy, ayer, qué lágrimas anhelantes por ti, tú, tú, mi vida, mi todo, adiós. Continúa amándome, nunca juzgues mal el corazón fiel de tu amado. Siempre tuyo. Siempre mía. Siempre nuestros.”

Ahora vivimos mandando mensajes, no importa que sean virtuales ¿Por qué no pueden ser románticos?

Fuente: buenavibra.es
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