Por: Santiago Oreggia
La ex presidenta Cristina Kirchner sufrió un doble revés judicial.
Fueron dos rechazos de la Cámara de Casación a pedidos que había presentado la ex presidenta.
En uno, apuntaba a un embargo millonario.
En otro, a un funcionario de la Unidad Antilavado (UIF).
La Sala IV de Casación integrada por los jueces Gustavo Hornos y Mariano Hernán Borinsky, rechazó una presentación que hizo la defensa de la ex Presidenta.
Los jueces consideraron que no existe el "agravio" aducido por la defensa y que no hay "arbitrariedad" en la confirmación del procesamiento contra Cristina.
La senadora volvió a reclamar por el embargo millonario sobre su patrimonio. "El mismo resulta exorbitante y estamos en presencia de un caso de gravedad institucional", señaló la defensa en el recurso extraordinario ante la Casación.
El fiscal general ante la Cámara, Gabriel Pérez Barberá, consideró que el reclamo "es improcedente", ya que "no se advierten los causales de arbitrariedad invocadas" para autorizar la vía extraordinaria.
Entre los recursos extraordinarios presentados, la ex presidenta había insistido también para que se investigue y se impute a Mariano Federici, titular de la UIF y quien denunció, por ejemplo, al sindicalista Víctor Santa María y su entorno.
El pedido se generó cuando el organismo antilavado investigó su patrimonio al considerar que el 75% del incremento del mismo no podía justificarse con los alquileres de Báez.
La UIF analizó declaraciones juradas de los mismos períodos que el ex juez Norberto Oyarbide ya había analizado y por los que había quedado sobreseída por presunto enriquecimiento.
La UIF colaboró con un pedido del juez Ercolini, en una causa donde "se investigan otros hechos, y donde ella estaba imputada por otros delitos", indicaron fuentes judiciales. Cristina denunció a Federici por abuso de autoridad y peculado.
Pero la causa fue desestimada.
El fiscal Barberá de la Cámara de Casación consideró que el reclamo "era improcedente"