¿CUAL ES EL DESTINO DE LOS FONDOS DEL CAMBIO PREVISIONAL?
Por: Santiago Oreggia.
A la contratación directa para la compra de 257 bolígrafos de lujo, con estuches individuales, iniciales y detalles en oro de 18 kts para el Congreso que genero un egreso de $618.085 se sumaron nuevas órdenes de compra de pines de oro, bandejas de plata y otros artículos de ceremonial por un valor de más de 3 millones de pesos.
El gobierno de María Eugenia Vidal contabilizó gastos en los últimos tres meses por $475 millones en remodelación de oficinas, aires acondicionados y servicios de café entre otros.
Estos entre otros como el caso de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), la ex SIDE que cuenta con un presupuesto de 1300 millones de pesos que se manejan de forma indiscriminada sin control de nadie, que por decreto y sin explicaciones públicas, el presidente Mauricio Macri eliminó el régimen que obligaba a darle transparencia al manejo de fondo.
Lo hizo por medio del decreto 656, del 6 de mayo, que derogó buena parte de un decreto de julio del año pasado, el 1311/15. Esta norma, reglamentaria de la ley de inteligencia sancionada en febrero de 2015, habilitaba el acceso público a la información sobre el uso de los fondos de la AFI, con excepción de los recursos destinados a tareas específicas de inteligencia.
Estos últimos gastos mantuvieron su carácter reservado, pero, de todas formas, debían quedar registrados y con su documentación respaldatoria.
La vuelta a un sistema regido por el secreto sólo favorece que sus recursos puedan ser nuevamente volcados a fines ajenos a la institución, ilegítimos, ilegales y contrarios al régimen democrático.
Al derogar el "régimen de administración de fondos" sin reemplazarlo por uno nuevo, todos los recursos volvieron a ser confidenciales, desde los gastos en tareas de seguimiento y vigilancia hasta la compra de resmas de papel y café. Los fondos de la Agencia, con un presupuesto de $ 1450 millones para 2016, se convirtieron, al menos en potencia, en una caja negra.
En este punto, la AFI volvió a parecerse a la SIDE.
Una Agencia Federal de Inteligencia (AFI) de Gustavo Arribas que sirvió ni para prevenir la reacción callejera y la inadmisible acción de los grupos violentos en los hechos del congreso.
¿Para qué gastar en un servicio de inteligencia que no cumple su función y solo sirve a fines políticos?
Arbitrariamente la cámara de diputados y senadores se aumentaron los sueldos con el aval de los bloques mayoritarios.
Ahora reciben el doble de los "gastos de representación" y de los montos que perciben los diputados por el canje de los pasajes que no usan.
Para decirlo de manera sencilla, el sueldo bruto de los diputados pasó de 127.616 pesos a 137.616.
Es por esto que los "gastos de representación” pasarán de 10.000 a 20.000 pesos, mientras que la devolución de los pasajes se incrementa de 19.300 a 40.000 pesos.
Pero sólo se percibe de acuerdo con los pasajes que se devuelven.
Estos entre ciento de ejemplos más es el derroche que realiza el estado en su conjunto de cajas chicas, gastos de representación, se lograrían fácilmente los 100.000 millones de pesos que toma de la Anses, la Casa Rosada para financiar todos los acuerdos políticos sin afectar el bolsillo de los jubilados en una reforma previsional que no de efectuarse afectaría la gobernabilidad de Macri.
La prioridad del cambio previsional obedece a que esos fondos son necesarios para lo siguiente:
-De ahí saldrá el dinero destinado a compensar a las provincias peronistas y aceitar la aprobación de las reformas fiscales;
-Otra parte de los fondos jubilatorios irá directo a las arcas de María Eugenia Vidal: representan un neto adicional de 20.000 millones de pesos;
-También esa caja permitirá hacer creíbles las metas fiscales de 2018: reduce el gasto y baja un escalón el déficit.
La reforma previsional surge de una urgencia fiscal y -ahora lo admiten en la Casa Rosada- de un error fiscal que cometió el gobierno el año pasado, impulsado por el vicejefe de Gabinete Mario Quintana.
Se trata de la “reparación histórica” para los jubilados.
La medida nació con la idea de calentar la economía en medio de la recesión, pero tuvo un costo sideral que el Tesoro Nacional no estaba en condiciones de afrontar.
El reclamo de los jubilados es justo.
La intención también, aunque el plan de Quintana empeoró las cuentas públicas muy por encima del ahorro que ahora se busca con la reforma previsional.
Como siempre la solución es tocar el bolsillo del pueblo con impuestos, tarifazos o recortes salariales sin recortar los millones innecesarios en que gasta el estado.
