El síndrome "porque lo entiendo lo sé hacer"
Al tratar de comprender el modelo de pensamiento que ofrece un nivel de garantías a quienes delinquen, y que podrían ser irritativas para quienes no infringen las leyes, es necesario hacer algunas distinciones:
En primer lugar, desde el punto de vista de su génesis y causalidad, quien delinque, en general, pone en evidencia su ignorancia, su indigencia, su exclusión y la falta de capacidad y conciencia para reconocer los alcances y la naturaleza del daño social provocado. Desde un planteo teórico sesgado, tal situación impulsa a posiciones pseudo-garantistas, atribuyendo a las mismas estructuras sociales una responsabilidad que inexorablemente termina por convertir en víctimas a los mismos victimarios. En realidad, éstos son considerados víctimas en el plano de la percepción de una secuencia que, partiendo de su génesis, el victimario padece una indefensión que la misma sociedad debió prever para no marginarlo ni hacer inaccesible su derecho a ser más y mejor.
Este planteo causal que alude al encadenamiento de factores socio-políticos y a los mismos valores sociales, conlleva un correlato necesario e ineludible con la reversión social de tales causas a través de planes, programas y asignación de recursos para generar el acceso a la re-educación. De esta manera, al planteo teórico del garantismo le debe seguir un conjunto de acciones inmediatas para poder revertir, sin restricción alguna, las condiciones que impulsan el delito.
Sin el correlato simultáneo y efectivo mencionado, el enunciado garantista termina siendo un enunciado teórico al no estar asistido por los medios para revertir los procesos delictivos.
Cuando una sociedad experimenta la sensación de que es posible la reversión del comportamiento delictivo, el garantismo se convierte en un proceso compatible con la adscripción de las soluciones a un perfecto y prolijo repertorio de penalidades.
Pero el síndrome muy arraigado en no pocos individuos relacionado con el hecho de que por el sólo enunciado de un plan o teoría, estos ya están en funcionamiento, convierte al garantismo en una teoría vacía.
Esto, desde el punto de vista de las causas "madres" del problema, siempre relacionado con lo fáctico, por lo que el problema debe ser considerado guardando el rigor de la pena correspopndiente. Si bien desde lo causal se comprende con amplitud, desde lo fáctico el problema es otro, ya que una sociedad canibalizada genera siempre delincuentes y cuando se aplica la pena, ésta no re-educa.
Una sociedad más humana no procrea el mal y posee elementos de re-educación basados en recuperar con dignidad la moral del infractor.
Fuente: cognitio.com.ar