Alguien dijo una vez que el que espera desespera , y que el que no corre vuela , pero tras muchos meses de relaciones , llamadas perdidas y respuestas que no llegaban , decidí que quizás el problema no eran los hombres sino ,horror de los horrores nosotras; en concreto yo misma. Puede que en materia de relaciones, haya momentos en los que haya que acudir al propio sindicato de mujeres.
Veo millones de parejas día tras día, besos, te amo, indirectas y otros muchos que sólo quieren un hola que no llega, unos se mueren por amar, otros por ser amados, otros por acabar entre las piernas de alguien y otro solo esperan que su teléfono suene con un saludo.
Puede que no estemos hechos de la misma pasta, y cuando unos quieren ser amados otros solo quieren pasar página, algunos solo quieren un baile o una copa en una noche que jamás recordarán. Puede que haya que diferenciar entre amar y dejarse amar, ya que en definitiva las mujeres estamos hechas de dudas, no de certezas, así que ¿qué tal si nos tomamos un respiro?
Algunos, beben para olvidar, otros pocos porque les fascina ver dilatadas sus pupilas, otros salen de fiesta porque necesitan desinhibirse, yo sólo escribo, ¿te agrado ahora?, otros muchos, siguen sin decir nada, como si la lengua al igual que sus manos hubieran desfallecidos, yo solo quería escribir, ¿os agrado ahora? Si, a vos, al caballero que mira por encima del hombre en todo momento, algunos bailan, otros cantan, otros desvían la mirada, y yo sólo escribo porque pretendo quizás ser idolatrada o para que mi mensaje llega a una masa. “Nunca te agradaré del todo, pero eso no significa que no me agrade a mi misma, y creedme, el amor hacia uno mismo es la dicha más afortunada”.
“Aún así, no dejo de preguntarme, ¿Os agrado ahora?, ¿Os agrado ahora? ¿Os agradaré alguna vez? Yo pude decir, que sentí algo más que agrado y creo que eso es todo, como he dicho; tal vez sea hora de un pequeño retiro”