Extracto del libro "Bono: In Conversation with Michka Assayas"
Entrevistador: Creo que empiezo a entender la religión porque he comenzado a actuar y a pensar como un padre. ¿Qué te parece?
Bono: Sí, creo que es normal. La idea de un Dios que creó el universo pueda buscar compañía, una verdadera relación con la gente, resulta asombrosa, pero lo que hace que me ponga de rodillas es la diferencia entre la Gracia y el Karma.
Entrevistador: No te he oído hablar sobre eso.
Bono: Creo que hemos pasado del reino del Karma al de la Gracia.
Entrevistador: Bueno, eso no me aclara nada.
Bono: Pues mira, en el centro de todas las religiones está la idea del Karma. Ya sabes, lo que des, eso recibirás: ojo por ojo y diente por diente. O, en la física, en las leyes físicas, cada acción suscita una reacción igual u opuesta. Tengo muy claro que el Karma está en el mismo centro del universo. Estoy absolutamente seguro de ello. Y, sin embargo, llega esta idea de la Gracia para dar la vuelta a todo ese asunto del “según sembréis, eso cosecharéis". La Gracia desafía a la razón y a la lógica. El amor interrumpe, podríamos decir, las consecuencias de tus acciones, lo cual, en mi caso, es una muy buena noticia, porque he hecho muchas estupideces.
Entrevistador: Me gustaría escuchar algo de eso.
Bono: Eso queda entre Dios y yo. Pero tendría un gran problema si el Karma fuese a ser mi juez al final de todo. Estaría de mierda hasta el cuello. Eso no disculpa mis errores, pero confío en la Gracia. Confío en que Jesús subió mis pecados a la Cruz, porque sé quien soy y espero no tener que depender de mi propia religiosidad.