El pontífice afirmó durante su catequesis semanal en la Plaza de San Pedro que, aprovechó para reconocer sobre el espíritu pecador de los integrantes de la Iglesia, pero con un llamado a apuntar a la santidad.
"Aunque algunos se pregunten cómo puede ser santa una Iglesia formada por hombres pecadores, sacerdotes pecadores, obispos pecadores, cardenales pecadores, Papa pecador", la Iglesia es santa porque "Dios en su amor la hace santa", explicó Francisco ante una plaza repleta de gente, con una gran cantidad de grupos de argentinos, españoles y colombianos.
"Nosotros los pecadores estamos llamados a dejarnos transformar, renovar, santificar por Dios", añadió para destacar que "la Iglesia, que es santa, no rechaza a los pecadores sino que les acoge pues también está abierta a los más lejanos".
Antes de la audiencia, el papa argentino dedicó cuarenta minutos a recorrer los pasillos de la plaza en el papamóvil para que todos pudiesen verle de cerca, teniendo un particular detenimiento con los niños y los enfermos.
En su homilía de los miércoles, Francisco rechaza la postura de aquellos que a lo largo de la historia afirmaron que "la Iglesia es solo la Iglesia de los puros, de aquellos que son totalmente coherentes, y que el resto deben ser alejados". Es por eso que Francisco utilizó la oración del Credo para recordar que la Iglesia es una, y que también es santa, a pesar de que a lo largo de la historia ha tenido momentos de oscuridad.
Finalizando su discurso, el Papa invita a los fieles a "no tener miedo de ser santos" ya que todos están "llamados a la santidad", que no consiste, según ha explicado, en hacer cosas extraordinarias, sino en dejar que Dios obre en la vida de cada uno con su Espíritu y en confiar en su acción que lleva a vivir en la caridad, a realizar todo con alegría y humildad. "Dejense contagiar por la santidad de Dios", sintetizó el papa.
Fuente: ciudadnueva.org.ar