Recorrer otros lugares que no son nuestro hogar es una costumbre que si bien es reciente en la historia de la humanidad (no data de hace más de 150 años), ha permeado la consiencia colectiva.
Visitar, viajar, recorrer, son actividades que nos enamoran, nos atraen y nos motivan.
Pero no por ello debemos caer en la "tentación" de sólo hacer viajes caros, organizados y que sólo nos muestran un solo rostro de los lugares visitados.
Cuando hacemos un tour organizado de forma rígida, nos alojamos en un hotel cinco estreallas y sólo recorremos una ciudad o país en taxi y autobuses de turismo, sólo probamos lo más externo del lugar.
Alojarnos en un pequeño apartamento o casa de alquiler, hablar con los locales, recorrer las calles preguntando y hablando. Perdernos un poco, hacer recorridos aleatorios, probar platillos auténticos, experimentar y dejarnos llevar, es una forma mucho más intensa de interactuar con un sitio diferente.
También puede resultar interesante y muy enriquecedor viajar hacia sitios más rurales, o incluso participar de un tour ecológica o socialmente responsable, que coadyuva en que el dinero que gastamos ayude en causas importantes y nos permite además conocwer realmente un sitio.
Viajar no significa forzosamente ser turista.
Sea en Barcelona, en Shangai o en Nairobi, podemos ser más que simples turistas dotados de una cámara.
Podemos ser invitados de un planeta maravilloso que nos permite recorrerlo y descubrirlo a profundidad.
Fuente: www.bizflats.com