Una de las enfermedades físicamente más incómodas y molestas con la que nos podemos encontrar y sufrir son las almorranas. Las almorranas pese a lo que pueda parecer es una enfermedad que se sufre muy frecuentemente tanto en mujeres como en varones y en muchas ocasiones por vergüenza se suele sufrir en silencio ya que son varices o inflamaciones de las venas en el recto o en el ano. Y a veces se acude a la visita médica cuando el problema ya ha crecido mucho y sólo queda operar. El sitio en el que sale además de hacerlo muy incómoda hace que a mucha gente le cueste ir al médico por vergüenza (como ya hemos dicho) o porque a lo mejor considera que no es tan grave y que puede que se vaya sola. Sin embargo la Organización Mundial de la Salud ya ha avisado de que se trata de un problema demasiado serio como para dejarlo pasar en el tiempo sin visitar a un médico especialista, ante la mínima molestia hay que acudir al especialista para evitar males mayores y que se solucione el problema cuanto antes.
Las almorranas también son conocidas popularmente como hemorroides, como decíamos, son varices o inflamaciones de las venas en el recto o en el ano. Son muy molestas, teniendo problemas al estar sentado, al levantarse y al agacharse y a veces incluso acostado. Pero sobre todo molesta a la hora de ir al baño a evacuar.
El síntoma principal a la hora de hablar de las almorranas es un dolor que varía de intensidad que surge alrededor de la zona del ano y la aparición de sangre de un rojo intenso y brillante en las heces, en el papel higiénico, ropa interior o en el retrete, sensación de ardor en la zona del recto, presencia de humedad constante en la zona del ano o la sensación de salida de alguna protuberancia por el recto. Muchas veces la almorrana no sangre, pero eso no quiere decir que no se padezca.
El tratamiento puede incluir la realización de baños con agua templada y la aplicación de unas determinadas cremas. En otros casos se requiere el tratamiento con fármacos específicos que recetaría el médico especialista. Si la hemorroide se complica puede ser necesaria la intervención quirúrgica, sobre todo si se agrava por no tratarla.
Son varios las causas por las que pueden surgir las molestas almorranas, entre ellos están los factores hereditarios, el estreñimiento (ya que al forzar al paso de las heces se comprime las venas hemorroidales), la obesidad (al aumentar la presión abdominal sobre el suelo de la pelvis), la diarrea (puede producir irritación), factores posturales como estar de pie o sentado de forma prolongada, el abuso de la ingesta de laxantes, el embarazo, determinados factores nutricionales o la hipertensión portal (el aumento de la presión venosas a nivel de sistema porta).
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Fuente: www.hemorroidesinternas.es
