Eric Villanueva Mukul y Narciso Alejandro León Martínez
En septiembre de 2002, las relaciones bilaterales entre México y Cuba, vivieron una de sus peores crisis, llegando al punto de la ruptura de las relaciones o a dejarlas en su nivel mínimo. El papel del Congreso mexicano, mediante la diplomacia parlamentaria, fue fundamental para su renormalización. Después de 12 años de difíciles relaciones diplomáticas y a 13 años de esos hechos, las condiciones han cambiado y hoy encuentran escenarios más propicios, tanto internacionales como nacionales, para su desarrollo y profundización.
Ahora que caminan en proceso de normalización las relaciones entre los Estados Unidos de América y la República de Cuba, es muy difícil imaginar, más para las nuevas generaciones, los niveles de presión que dicho país ejercía sobre los países de América Latina, para aislar política y económicamente a La Habana.
Precisamente hace 13 años en el 2002, en el mes de septiembre, se vivió una de las peores crisis y las presiones contra México estuvieron en uno de sus momentos más críticos y las relaciones entre México y cuba, en su momento más frio.
El ataque a las torres gemelas en Nueva York, el 11 de septiembre de 2001, había calentado el ambiente de guerra en todo el mundo y los Estados Unidos (USA), había incrementado la presión e incluso la agresión de baja intensidad a sus “enemigos” estratégicos. Cuba, de alguna manera, se ubicaba en esa categoría y las presiones para su aislamiento aumentaron.
Desde el inicio de su administración Vicente Fox y su Canciller Jorge G Castañeda, se habían alejado de la tradicional relación diplomática de apoyo de México a Cuba y se habían alineado más a las posiciones de USA, en relación a su visión del mundo y en particular de Cuba, argumentando que siendo USA, a partir del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica, el principal socio comercial de México, nuestra nación debía alinear su política internacional con ese país. Castañeda había declarado recientemente que el tema de los derechos humanos, debía de dejar de ser un tema nacional para ser enfocado como un tema de la comunidad internacional.
En ese ambiente se efectuó la Cumbre de Monterrey en marzo de 2002, que fue el marco para que las relaciones entre Cuba y México, entraran a un nivel de deterioro sin precedentes en la historia diplomática entre los dos países. El problema se inició cuando se conoció que el presidente George W. Bush había condicionado su asistencia a la Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo, a que no estuviera en ningún momento en su presencia el líder cubano. Una breve declaración, un día antes, de la Consejera de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice, adquiriría un nuevo sentido: "No se sorprendan -había dicho la funcionaria- si en Monterrey no se cruzan los caminos de Bush y Castro". Al retirarse Fidel Castro de la Reunión había afirmado "Les ruego a todos me excusen de que no pueda continuar acompañándolos debido a una situación especial creada por mi participación en esta cumbre, y me vea obligado a regresar de inmediato a mi país.”
Aunque el Canciller Castañeda intento negar cualquier presión o solicitud en ese sentido, un tiempo después, en abril de ese año, nos enteraríamos mediante la difusión de una grabación de una plática entre los presidentes Vicente Fox y Fidel Castro, que si había habido un pedimento en ese sentido.
Después de ese incidente como era de esperarse, las relaciones entre ambos países entraron en una fase de total complicación y aún más con la presión de los USA, para que México votara en Ginebra, a favor de una condena en contra del gobierno de la isla por violaciones a los derechos humanos.
Ese era el contexto, cuando nos enteramos en la Cámara de Diputados que las relaciones entre los dos países se seguían deteriorando y que el gobierno mexicano había citado al embajador Ricardo Pascoe Pierce a la capital mexicana, que se habían suspendido todos los actos de conmemoración de las fiestas patrias de septiembre, a la vez que corrían rumores sobre prácticamente retirar al embajador y dejar las relaciones en su más bajo nivel, con solamente un Encargado de Negocios, algo muy similar de lo que ocurría con las representaciones de USA y Cuba.
Con esos antecedentes, en mi carácter de Vicepresidente de la Cámara de Diputados, pero ya electo como Presidente a partir del 15 de diciembre de ese año, sostuve una plática con la entonces Presidenta en turno, Beatriz Paredes Rangel, para que dicho organismo dentro sus atribuciones ejerciera una de las facultades realizando acciones de diplomacia parlamentaria tendientes a evitar que las relaciones diplomáticas con Cuba se siguieran deteriorando y hasta, donde fuera posible, evitar una posible ruptura diplomática.
En dicho dialogo, con pleno respeto a la institucionalidad y las atribuciones de la Cámara de Diputados, acordamos integrar una delegación plural que se trasladara a la isla, para estar presentes en las conmemoraciones del 192 aniversario de la independencia de México. La comisión estaría integrada, además de un servidor como Vicepresidente, por los diputados Ignacio Mendicuti Pavón del PRI, Sergio Acosta Salazar y Jaime Martínez Veloz del PRD, entre otros.
La delegación llego el 16 de septiembre por la mañana y fuimos atendidos por diferentes miembros de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba, nuestros pares parlamentarios cubanos. Ese día en el Parque de la Fraternidad, en el Centro Histórico de la Habana, ante la estatua de Miguel Hidalgo y Costilla, se entregó una ofrenda floral y se rindió homenaje a los héroes de la independencia mexicana. Por las autoridades cubanas estuvieron presentes los Diputados Eusebio Leal Spengler y Ramón Pez Ferro, Presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de La Asamblea Nacional del Poder Popular. En representación de México, los miembros de la comisión encabezada por un servidor.
El día 17, con el mismo motivo, el gobierno cubano organizo una Gala Cultural, en el Gran Teatro Carlos Marx, de la Habana, en donde diferentes artistas cubanos de primerísimo nivel, rindieron homenaje a México y sus expresiones artísticas y culturales. Ese evento, contó con la presencia del Presidente Fidel Castro Ruz, varios miembros de su gabinete, así como parlamentarios cubanos. Entre los mexicanos, además de la Comisión de diputados ya mencionada, se agregaron otros que ya iban llegando para la celebración de la Interparlamentaria México-Cuba con sede en La Habana. De manera destacada la Senadora María Rojo.
Después de la Gala, el Presidente Fidel Castro, en instalaciones adyacentes, sostuvo una larga charla con los parlamentarios mexicanos, presentes ya en la isla. Desde luego, uno de los puntos fue el estado de las relaciones con México. Pero siendo el Presidente Castro, un gran conversador, como lo es, la temática fue muy variada.
El miércoles 18 de ese mes a las 4 pm en el Hotel Nacional de La Habana, después de muchos meses de postergarse daría inició la V Reunión Interparlamentaria, encabezadas por la Senadora Cecilia Romero de México y Ricardo Alarcón de Quezada Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular. La delegación mexicana estaría integrada por diez senadores y diez diputados. Los cubanos tendrían un número equivalente.
La reunión inicio con un optimismo moderado sobre los resultados del evento dada los disensos existente entre la delegación mexicana, ya que además de la agenda de cooperación entre ambos países, los parlamentarios del Partido Acción Nacional (PAN), pretendían incluir los temas de la disidencia interna y el de los derechos humanos en la isla, temas que no tenían consenso en la delegación mexicana y que no fueron incluidos en la agenda.
El otro rumor presente en el inicio de la interparlamentaria, como ya hemos mencionado, era la sustitución del embajador Pascoe Pierce, por Roberta Lajous, algo que en su momento fue desmentido. Lo cierto es que el embajador mexicano, no estaba en la isla, cosa que en si misma constituía una irregularidad. No obstante, un tiempo corto después la sustitución se efectuó, precisamente por la propuesta mencionada. Quince días después el rumor se confirmó, Roberta Lajous fue designada embajadora ante el gobierno cubano. Al terminar su misión en La Habana, Pascoe dijo que México estaba a punto de una "ruptura de facto" en sus relaciones con Cuba y calificó como "una ofensa" las acusaciones de corrupción de la cancillería, en una carta dirigida a Fox. Lo cierto es que las visiones sobre cómo llevar las relaciones entre los dos países, eran notoriamente diferentes entre el embajador y el gobierno y la cancillería de Vicente Fox. En una reunión en el Senado de la Republica el Canciller habría dicho un día antes “Pascoe Pierce, abundó el canciller, actuó en sentido contrario a la política del presidente Vicente Fox y mía. "Los embajadores son mis empleados, y ellos tienen que acatar lo que les digamos. Ellos no tienen opinión propia, representan al Estado mexicano, y el jefe del Estado es el presidente Vicente Fox"
La interparlamentaria concluyó su agenda ya sin mayores complicaciones y habría contribuido, tal como se lo propusieran la mayoría de los parlamentarios de la delegación mexicana, a normalizar las relaciones entre ambos países. Algunos de los acuerdos en materia parlamentaria fueron: Reconocimiento de relación diplomática entre ambos países saludando el centenario del establecimiento de estas relaciones. Distinción a las Reuniones Interparlamentarias como espacio de intercambio productivo entre ambos congresos. Intención de seguir profundizando la relación interparlamentaria. Valorar la labor de los Grupos de Amistad como impulsores de la relación entre ambos países y su papel como fundamental.
Nosotros por nuestra parte también habríamos abonado primero a la realización de la interparlamentaria y al mantenimiento y fortalecimiento de las relaciones entre México y Cuba. Aportábamos a que la política exterior mexicana, fuera decidida en México con autonomía e independencia. Nada mejor para conmemorar el 192 aniversario de las fiestas de independencia.
Durante 2003, aunque las relaciones con Cuba no serían tersas, tenderían a normalizarse. En julio, se realizaría en Morelia, Michoacán la VI Interparlamentaria México-Cuba. Aunque no dejaron de estar presentes algunos temas espinosos como los derechos humanos en la isla, sostenida por los parlamentarios del PAN, la reunión contribuyó a mejorar las relaciones con La Habana.
En enero de 2003, entre el 24 y 28, con el mismo objetivo, ya como Presidente de la Cámara de Diputados, asistí en visita oficial a La Habana en donde sostuvimos reuniones de trabajo con el Diputado Ricardo Alarcón de Quezada, Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular de la República de Cuba y diputados miembros de ese órgano. Uno de los acuerdos fue que una representación de legisladores cubanos encabezados Por el Diputado Ramón Pez Ferro, asistieran a México, a una ceremonia solemne del 150 aniversario del natalicio de José Martí a la Cámara de Diputados de México el 4 de febrero de 20003.
En esa ocasión, la delegación mexicana estuvo integrada por los diputad@s Adela Cerezo Bautista, Adrián Rivera Pérez, Rodolfo Dorador Pérez Gavilán, Gregorio Urías German, José Ignacio Mendicuti Pavón, José Antonio Magallanes Rodríguez, Rosalía Peredo Aguilar. Como invitados especiales nos acompañaron los doctores Carlos Bojórquez Urzaiz y Manuel Uc Sánchez.
Como parte de la agenda, asistí como ponente a la Conferencia Internacional Por el Equilibrio del Mundo en honor a José Martí. En dicho evento realizado en la Academia de Ciencias de la Habana, presente en Conferencia Magistral “Martí y la Independencia de América Latina”. Con motivo de dicho evento que reunió a buena parte de la intelectual global, se desprendió el acuerdo que los dos órganos legislativos de ambos países coeditaran la Menoría de dicha Conferencia Internacional. Con el Titulo de Por el Equilibrio del Mundo fueron editados y publicados 9 tomos que reunieron el conjunto de la Conferencia. Las tareas de revisión y edición estuvieron a cargo de Carlos Bojórquez Urzaiz e Israel Galán, por la parte mexicana, entre otros. La publicación fue de suma importancia para la vida académica e intelectual, más allá de los dos países.
El mismo sentido tuvo, el de ampliar la cooperación en los aspectos académicos, culturales e intelectuales, apoyar la aparición del primer número de la revista-libro Chac Mool, aparecido en -------de 2003, doce años después, al aparecer el número 10, tanto la publicación, como la cooperación entre los dos países, en esta materia, como en las relaciones entre ambas naciones se han consolidado y han avanzado.
Las relaciones diplomáticas de México y Cuba, durante los 12 años del gobierno del PAN, tanto de Vicente Fox, como con Felipe Calderón, dieron un giro de mayor cercanía con las posiciones de USA. Sin embargo, pese a iniciativas como la Alianza de Libre Comercio de las Américas (ALCA), y de las políticas de seguridad nacional y hemisféricas impulsadas por los USA, particularmente después del 11 de septiembre de 2001, las relaciones con Cuba, ha resistido esos embates y no solo no se han roto, sino se han fortalecido.
Ahora con la iniciativa del Presidente Barak Obama, de normalizar las relaciones diplomáticas, reestableciendo las embajadas, tal vez el levantamiento del bloqueo económico contra la isla, las relaciones entre México y La Habana, encontraran mejores condiciones internacionales y globales para un mejor desarrollo en el futuro cercano. Hay que señalar también que para eso han jugado un papel importante, el avance democrático y el triunfo de la izquierda en un número importante de países de la región.
