CONSAGRACIÓN e INSTALACIÓN
La Consagración e Instalación según el concepto de Mackey, se corresponde con el “acto de aplicar o dedicar, con ciertas ceremonias cualquier cosa a los fines u oficios sagrados, separándola así del uso común, o bien a lo definido por Daza, en el Diccionario de la Francmasonería, quien señala que “este acto confiere a un local profano el carácter de templo, destinándose este espacio al ejercicio de la verdad y de la virtud”.
A partir de la Consagración no se deben provocar grandes perturbaciones en este espacio. Durante la ceremonia de Consagración del Templo, la Luz (luz eterna que desde ese momento no se apagará jamás, mientras los trabajos estén en ejecución) es transportada, el recinto es purificado por medio de los respectivos elementos.
Una vez concluido el acto de Consagración del Templo, éste queda constituido como tal para el culto y ejercicio de la Verdad y Virtud por parte de todos los hermanos masones.