Virginia Gonzáles Torres y su Caballo de Troya en el Hospital Psiquiátrico Yucatán amenazan incendiar y destruir cualquier solución, aunque pase por encima de Rolando Zapata Bello, Gobernador de Yucatán.
La “espontanea” critica aparecida y firmada presuntamente por “Elena Sugra” ese mismo día sobre el asunto del hospital psiquiátrico, donde ella manifestó, entre otras cosas, “estoy en el área de la salud mental (de ahí mi necesidad de privacidad personal) y lo que hace y propone la señora se me hace aberrante. (Refiriendo a Virginia Gonzáles Torres)... Pero ahora, creo que no apoyo ninguno de los dos Bandos, usted está igual de enfermo que ella… “Borraré mi post y lo dejaré hablar con sus voces...
En medio del río revuelto La X’tabay de Polanco Gonzáles Torres le apuesta a sacar ganancia al costo que sea con tal de imponer su sistema hidalgo para poder desmantelar las instalaciones del Hospital Psiquiátrico Yucatán, aunque para lograr sus mezquinos intereses tenga que pasar por encima de quién sea, así tenga que golpear a líderes sindicales, Secretario de Salud o al mismísimo Rolando Zapata Bello, Gobernador de Yucatán.
Lo más terrible de este asunto es que se metió, muy al estilo de las intrigas palaciegas, en medio de un mundo como salido de las cloacas del Paris, propias de Los Miserables de Víctor Hugo. Un conjunto de intrigas que al ser descubiertas una vez más ponen en claro que La X’tabay de Polanco, Gonzáles Torres, lo único que busca es poder y dinero con tal de saciar, cual vulgar hiena de la pradera africana, su megalomanía y dar rienda suelta a su instinto necrófilo.
Justo cuando afirmamos que en días pasados, la Asociación Mexicana de Psiquiatría (APM) y el Capítulo Yucatán solicitaron públicamente a Rolando Zapata Bello, gobernador del estado y al secretario estatal de salud, Jorge Eduardo Mendoza Mézquita, ambos de Yucatán, la suspensión del Modelo de Atención a la Salud Mental denominado Hidalgo.
Porque entre otras cosas se argumentó que el Consejo de Salud Mental, al nombrar los nuevos integrantes de la directiva del nosocomio, transgredió la Ley Estatal de Salud, puesto que ese hospital está bajo la administración del Estado y al Código Penal en cuanto a usurpación de profesiones se refiere.
Afirmamos que al respecto, el doctor Eulogio Piña Briceño, líder de la sección 67 del sindicato federal, había comentado que no se ha definido la posición de la agrupación y subrayando, “No sé qué sucederá, el hospital es estatal y debe estar administrado por el estado”.
Asimismo sentenciamos que mientras estas declaraciones se dan el conflicto avivado por la tenebrosa mano de Virginia Gonzáles Torres amenaza con desbordarse pues no tan sólo está en juego el modelo de atención a pacientes médicos enfermos mentales, sino que además ahora se abrieron dos nuevos frentes el sindical y el político, precisamente por la burdas y siniestras maniobras al estilo Fouche, el genio de lo tenebroso, tal y como lo platica Stephan Zweig en su libro sobre este personaje.
La noche de ayer una supuesta Elena Sugra me pone una crítica precisamente en el artículo publicado el domingo 23 de octubre en el Facebook bajo el título de “Virginia Gonzales Torres, irresponsablemente echo más gasolina al fuego y abrió dos nuevos frentes de batalla en el Hospital Psiquiátrico Yucatán: el sindical y el político”; hecho que bastó para que los esbirros de la Gonzáles Torres empezaran a trabajar en torno de un servidor.
La “espontanea” critica aparecida y firmada presuntamente por “Elena Sugra” ese mismo día sobre el asunto del hospital psiquiátrico, donde ella manifestó, entre otras cosas, “estoy en el área de la salud mental (de ahí mi necesidad de privacidad personal) y lo que hace y propone la señora se me hace aberrante. (Refiriendo a Virginia Gonzáles Torres)...”Pero ahora, creo que no apoyo ninguno de los dos Bandos, usted está igual de enfermo que ella…” Borraré mi post y lo dejaré hablar con sus voces...
Esta presunta profesional de la salud mental, ella lo dice, tiene un espacio con cero información en su muro del Facebook, a estas horas creo que ya debe de estar cancelado...pero se me lanzó a la yugular, cuando le conteste, hizo berrinche y trato de borrar la respuesta por alusiones personales, tal y como lo volvió hacer, por eso reproduje lo dicho por ella, pero además lo publique... y ahí queda”…
Entrado en la polémica con la supuesta Elena Sugra, abunde “Como dice el refrán el que tenga la lengua larga, que tenga la cola corta. Por cierto es un apocope de Elena Sugralinova, la tal Elena Sugra que se molestó porque le dije que se tomaba Tafil de 100 mgs para conseguir la calma de que se jacta o mínimo un Diazepan de 50 mgs... y por eso se molestó cuando ella me llamo mentiroso y tunde-teclas”... Fin de esta anécdota nocturno madrugadora, pues ocurrió entre las una y dos de la mañana de este lunes 24 de octubre del año en curso.
Esta mañana cuando busco información sobre el asunto del hospital psiquiátrico Yucatán me enteró que dieron un desayuno para el personal médico, pero solo residentes fueron; pero además, hoy renunció el jefe de consulta externa, pero además me doy cuenta que los demonios andan sueltos por ambos bandos, quedo poli contundido por tal información generada en un par de horas y de un día para otro.
Ah pero al preguntar sobre la presunta “Elena Sugra”, resultó que se trata de Elena Hernández, conocida empleada de ese nosocomio de enfermedades mentales, pero además una mujer de cascos muy ligeros, reconocida ladrona de medicamentos y de la comida de los pacientes, ahí recluidos para tratamiento en ese nosocomio público destinado al tratamiento de enfermedades mentales perteneciente al sector salud.
Sus compañeras subrayan el hecho que la tal “Elena Sugra” hizo fama de cleptócrata porque salía diariamente con sus bolsas llena de alimentos y medicinas; sorprendida infraganti a punto de ser despedida y con acta levantada, son sus compañeras quienes salen en su defensa; compañeras y compañeros a los que de manera muy traicionera ahora vende por kilo, al estar al servicio de la Gonzáles Torres, la X’tabay de Polanco.
Observando las fotos publicadas por los diario locales yucatecos aparece la figura de Elena Hernández, por cierto destaca porque va muy llamativa al vestir una blusa amarillo intenso; olvido Elena el viejo refrán castellano que dice “quién de amarillo se viste, en su suerte confía”; suerte que la abandono precisamente el día en que apareció en el grupo que acompañó a Eulogio Piña Briceño, líder de la sección federal no. 67 del SNSSA apoyando a Virginia Gonzáles Torres.
Elena Hernández en la madrugada vino a ver al Diablo y pensó que no le iba a pasar nada, no tan sólo se apestó azufre, sino que se quemó junto con las otras que aparecieron en la foto con Piña Briceño porque el resto de mujeres son las disidentes contra Jervis A. García Vásquez, el líder estatal del sindicato al servicio de la secretaria de salud de Yucatán.
Estas presuntas disidentes y oponentes de Jervis A. García Vásquez quisieron formar su sindicato independiente y empezaron a cobrar cuotas para pagarle a un notario, notario que nunca nadie vio o conoció, entre estas disidentes, ahora convertidas en mercenarias también se encuentra Deysi Estela Xool, La Loba Lucrecia y demás, todas unas fichitas, por lo mismo están asignadas a Tizimin.
Con todas ellas hizo equipo Virginia Gonzáles Torres, La X´tabay de Polanco, estas “Fortune Soldiers”, todas y todos los entrevistados, comentaron que lo más seguro es que le deben estar bajando una muy buena lana por sus servicios de “orejas” y mercenarias a doña Virginia; pero que este dinero para esta nómina especial precisamente sale desviado del presupuesto de la secretaria de salud y está etiquetado a la atención de los enfermos mentales de Yucatán, no al pago de servicios de inteligencia.
Desafortunadamente olvidaron que las fotografías dicen demasiado, pues una imagen dice más que mil palabras; fotografía reveladora que puso en suerte para desgracia a Elena Hernández, la oreja mayor de Virginia Gonzáles Torres, quien ahora informa de todo y sumada al nuevo proyecto del modelo hidalgo de atención a enfermos mentales, “Elena Sugra”o Elena Hernández añora y quiere meter a trabajar a toda su familia cambio de joder a su compañeras y compañeros…en efecto los demonios andan sueltos.
Virginia Gonzáles Torres y su Caballo de Troya que son Elena Hernández y el grupo de disidentes sindicales a Jervis A. García Vásquez. Líder del sindicato estatal al servicio de la secretaria de salud de Yucatán, en el Hospital Psiquiátrico Yucatán, amenazan incendiar y destruir cualquier solución, aunque pase por encima de Rolando Zapata Bello, Gobernador de Yucatán, con tal de lograr imponer el modelo hidalgo en detrimento de todos sean funcionarios, líderes sindicales, médicos, enfermeras, empleados, trabajadores, enfermos mentales y sus familiares.
