Isla de 'la luz del fin del mundo", en Argentina

 
Related

Bélgica detecta un "caso aislado" de un paciente con coronavirus que contagió a su gato

Mascotas
1030 points

Cómo saber cuándo es momento de decirle adiós a tu mascota

Mascotas
1174 points



Most recent

La Magia del Color': una ventana a la vida rural del Caribe colombiano

Comunicaciones
8 points

Lanzamiento de TREVOLUTION de AutoMundial

Tecnologia
16 points

Smile.CX PRO revolucionará el mercado del Customer Experience en Colombia

Tecnologia
16 points

Pure Storage nombra a Joao Silva como vicepresidente para Europa, Medio Oriente, África y América La

Patricia Amaya Comunicaciones
16 points

El colchón ortopédico, elemento clave para la salud de perros y gatos

Luisa Fernanda Rozo
22 points

Grand Sirenis San Andrés, destacado en los Traveller s Choice Awards 2024

Comunicaciones
8 points

Sin (mayores) comentarios

I'm Chester O'Brien
8 points

Evento anual British Council Partner Schools 2024: liderazgo reflexivo en la era de la IA

Prensa
26 points

Teatrikando Por BENJAMIN BERNAL Hay que hacer una encuesta, mejorar la cartelera

Benjamin Bernal
14 points

Kingston: el mejor aliado de diseñadores y creativos

Prensa
8 points
SHARE
TWEET
omo si un pedazo de tierra se le hubiera escapado a Argentina, en el Atlántico Sur emerge la Isla de los Estados, una aparición de bosques y riscos sobre el mar protagonista de novelas, Alcatraz austral y última luz en el fin del mundo que, recientemente, ha sido declarada reserva nacional.

Isla de 'la luz del fin del mundo", en Argentina

Más allá de su historia atravesada de leyendas, la Isla alberga importantes colonias de especies en estado de conservación vulnerable, como el pingüino de penacho amarillo o el lobo marino de dos pelos, además de otras endémicas de la zona, como el pájaro remolinera negra.

"Es una isla típicamente subantártica, de acantilados abruptos, con dos zonas bien diferenciadas", explicó Andrea Raya Rey, investigadora del estatal Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC).

Separada 24 kilómetros del extremo de Tierra del Fuego por el estrecho de Le Maire, la costa oriental tiene pastizales y el resto de la isla está "compuesta por bosques de guindo y canelo" que "llegan hasta el mar", agregó la experta.

Si bien a lo largo del siglo XX la zona gozó de varios rangos de protección, este agosto el presidente argentino, Mauricio Macri, ordenó darle el mayor estatus al convertirla en reserva nacional.

Junto a la propia Isla de los Estados quedan protegidas también otras ínsulas cercanas más pequeñas.

"El principal problema de la isla son los animales introducidos" por la "pérdida de hábitat" para las especies autóctonas, detalló Raya Rey.

(Lee también: Calentamiento del océano ya trae consecuencias para la salud humana)

"Hay cabras y ciervos que están desde hace muchos años en la isla (...). Las cabras las llevaron cuando había explotación lobera y de pingüinos, para dar de comer a las dotaciones que estaban haciendo la faena. Los ciervos, aparentemente, los llevó el Estado Nacional, en la década del 70, cuando todavía no se tenía conciencia del impacto que producían los animales introducidos", prosiguió.

Pese a que la declaración como reserva nacional ayudará a conocer la isla y sus problemas, desde el CADIC buscan concienciar también de lo importante que sería que se protejan las aguas de alrededor, donde se alimentan aves y mamíferos marinos, ya que, según Raya Rey, "los grandes peligros para estas especies están en el mar".

Sus indómitas 48.000 hectáreas alimentaron leyendas a lo largo de los siglos, hasta el punto de llamar la atención desde a Charles Darwin hasta a Julio Verne, quien ambientó allí su "El faro del fin del mundo" (1905), aunque ninguno de los dos la pisó.

Para cuando se publicó la novela, el faro de la Isla de los Estados, llamado faro de San Juan de Salvamento, ya no funcionaba. Era apenas una choza de 7 metros de alto, sobre una meseta a 66 metros del nivel del mar, con cuatro ventanas que destilaban la luz de 7 lámparas de aceite.

Su escasa potencia, en lugar de alertar a los barcos, provocaba encallamientos, igual que si estuviera manejado por piratas.

Para sustituirlo se construyó otro en una isla cercana y, aunque años después se reinstaló una reconstrucción donada por Francia, los restos del original se pueden visitar hoy en Ushuaia (capital de la provincia de Tierra del Fuego).

Actualmente, en la isla solo viven efectivos de la armada que se reparten estancias de 45 días, según explicó el capitán Marcelo Davis, del Área Naval Austral.

Cumplen labores de vigilancia y apoyo a la navegación, se desplazan a pie porque la geografía no permite el uso de vehículos y para los suministros dependen enteramente de lo que les llevan los barcos.

(Lea: Transporte e industria deben reducir emisiones)

Pero, a finales del siglo XIX, en el faro del fin del mundo vivían permanentemente cinco encargados, en condiciones dignas de pesadilla.

"Muchas veces paraban a los barcos que pasaban cerca o les disparaban su cañón de señales para pedirles comida", explicó a Efe Carlos Vairo, director en Museo Maritimo y del Presidio de Ushuaia.

Además de ser la luz del fin del mundo, la isla de los Estados funcionó por un tiempo como presidio militar, una suerte de Alcatraz del sur con condiciones aún más "inhumanas", en opinión de Vairo.

En sus inicios, en 1884, había apenas una veintena de presos condenados por delitos no muy graves -como deserción o no prestar el servicio militar obligatorio-, dedicados a trabajos de carpintería, construcción... Hacia 1905, año en el que la isla deja de usarse como prisión, sumaban ya varias decenas. Algunos, incluso, vivían con sus esposas, práctica común en la época.

"Entre todos esos delitos menores había algún otro que otro asesino pero si había cien presos, de los asesinos serían 10-11", indicó Vairo.

Poco más que barcos de la Armada llega hoy a la Isla de los Estados, que permanece como un rincón entre lo desconocido y lo mítico para la mayoría de los argentinos.

La declaración como reserva nacional busca acercarla al continente, redescubrirla, pero también devolverla a su estado más natural.

(Eltiempo.com)

¿Qué te pareció esta noticia? Espero tus comentarios.



Fuente: www.eltiempo.com
SHARE
TWEET
To comment you must log in with your account or sign up!
Featured content