Todos los que están leyendo esto seguramente se habrán dado cuenta de que es imposible estornudar y no cerrar los ojos. Seguramente también muchos de ustedes han intentado estornudar y mantener los ojos abiertos y nunca ha funcionado (sí, yo también lo he hecho).
Pero, ¿por qué ocurre esto? Pudiendo controlar todas las partes de nuestro cuerpo, cada mínimo movimiento y mecanismo, no podemos estornudar sin cerrar los ojos. En parte es como un reto, "no puede ser que no pueda hacerlo".
Bueno, la explicación es bastante sencilla. El hecho de que nuestros ojos se cierren al estornudar es un reflejo, un reflejo de protección. Nuestro organismo nos protege ante las infecciones que podríamos adquirir de estornudar con los ojos abiertos.
La corriente de aire que sale de nuestros pulmones y llega hasta la nariz viaja a gran velocidad. Si parte de ese aire que viaja velozmente escapara hacia nuestros globos oculares podría efectuar graves daños en los mismos.
A diferencia de la creencia popular sobre que si dejamos los ojos abiertos nuestros ojos saldrán volando, lo único que podría pasarnos es que algo de ese aire llegara a nuestros ojos y los infectara con alguna bacteria.
Existen personas capaz de estornudar y no cerrar los ojos, son muy pocas personas, realmente pocas. Las personas que pueden hacer esto es porque han perdido este reflejo producto de un fallo en los nervios que conectan los párpados con el cerebro.
