La superproducción de autores auto publicados y sus obras se constituyen en un verdadero problema para posicionarse en un mercado saturado de novedades. No hay una regulación, o una preocupación del sector editorial sobre esto, por la misma condición de que los auto publicados están fuera del sistema y no le rinden cuentas a nadie. Y todos mantienen una lógica medio suicida: se vive de vender novedades, sin darle tiempo a un autor y su novela a posicionarse. Cuando a un autor le bajan les bajan las ventas publican más libros es decir sacan más novedades para tratar de vender más”.
Desde el Fondo de Cultura Económica, Alejandro Archaín reflexiona que “el problema de esta situación es cómo llegar a los lectores, cómo poner al alcance del lector todos esos títulos que se producen. Hoy los autores auto publicados tenemos un trabajo enorme para que nuestro producto pueda estar exhibido en los puntos de venta de plataformas editoriales, con Amazon a la cabeza y en muchos emprendimientos más modestos, porque, así como llegan, enseguida salen”. “Hoy es muy fácil editar un libro desde el punto de vista de la factoría industrial”, dice Luis Quevedo, gerente general de Eudeba, y abona la hipótesis de Esteves sobre el título salvador. “Pocos títulos explican la gran facturación del mundo del libro; pocos libros se venden mucho y muchos libros se venden poco. Esto tiene que ver con la realidad del mundo comercial que en las últimas décadas ha venido transformándose en un sistema que funciona con la novedad y con el best-seller. Uno sabe que, si edita diez libros en una editorial comercial, busca diez títulos y de esos podes tener uno que funcione. El tema es que no sabes cuál va a funcionar de los diez”. Y esto se aplica a todos incluidos los auto publicados.
Fuente: ESTEVEZ,Fernando. Manual de supervivencia para editores del Siglo XXI