LOS ASPECTOS INCONSCIENTES - LA SOMBRA
Lo no reconocido de nosotros mismos.
Graf. Mercedes Lapietra - Centro Grafológico Grafotrends & The Letter
Todos nos hemos aferrado a una autoimagen, dejando de lado una serie de aspectos que generalmente son los que más rechazamos cuando los vemos encarnados en las personas que conocemos, que nos rodean. Los rechazamos en nosotros mismos y en los demás. Aspectos a veces muy crudos (la ira, la envidia, la gula, el maltrato, la negligencia emocional, el miedo, etc) pero otras veces aparentemente muy banales (la abulia, el exceso de eficiencia, la sobreadaptación, etc.) O puede pasar lo opuesto, que nos provoque una fascinación incontrolable. Nos quedamos "pegados" como si necesitáramos vivir esa experiencia por "via de la otra persona".
La Sombra siempre quiere vivir, o al menos, ser reconocida.
Otra cosa muy distinta es que nos resulte completamente indiferente, pero si despierta emociones fuertes, pueden estar seguros de que algo de eso nos pertenece.
Muchas cosas, para quien sabe identificarlas e interpretarlas, aparecen en la letra manuscrita
Jung hablaba del inconsciente personal (con las memorias reprimidas de muchas escenas de nuestras vidas con las que no pudimos lidiar en su momento - en general porque la emoción involucrada excedía nuestra capacidad de procesarla o la temática o el contenido excedía nuestros recursos para darle coherencia - y que capturan parte de nuestra energía frenándonos para alcanzar la plenitud de nuestras vidas).
Y de un inconsciente colectivo, que es la suma de lo que nuestra sociedad, o las sociedades en general, consideran inaceptable, dejan afuera de todo registro en beneficio justamente de una convivencia. Estos aspectos a veces aparecen encarnados en sujetos marginales o en los locos. El incesto, el canibalismo, la agresión desbocada, las risas maníacas frente al dolor. Y toda suerte de conductas inadaptadas, peligrosas o temibles.
Pero cada uno de nosotros puede cultivar su pequeño jardín de flores. Y ocuparse de su propia sombra (Jung lo llamaba la Sombra-todo aquello de nosotros mismos que está oculto, que es rechazado y que vive en el cautiverio del inconsciente)
Es cierto que hay una zona oscura, pero también allí, atravesando fantasmas, y separando la paja del trigo, se encuentran nuestras mejores oportunidades y dones ocultos.
Muchas veces un análisis grafológico de la letra manuscrita pone al descubierto cosas de las que no teníamos registro, que ineludiblemente nos pertenecen y que aquellos que se encuentran en un camino de autoconocimiento valoran muchísimo por la rapidez y simpleza para verse reflejados.
Grafóloga Mercedes Lapietra
Fuente: www.grafotrends.com