Mientras por todo el mundo millones de personas se encontraban conmocionadas el 31 de Diciembre envueltas por la alegría y la esperanza de un año nuevo, la historia que se vivió en vísperas de Año Nuevo en algunas zonas de Alemania fue indignante.
Durante el último día del 2015 la ciudad de Colonia, la cuarta más grande de Alemania, se vio sumergida en un violento caos que fue causado por miles de refugiados que de manera colectiva decidieron arremeter en numerosas ocasiones contra la población germana. Dichos ataques fueron cometidos por grupos migratorios especialmente de Siria, hasta el momento se denuncian robos, asaltos, agresiones de carácter sexual e incluso violaciones a mujeres en distintas partes de la ciudad.
Hasta ahora van 739 denuncias por parte de mujeres realizadas en la Fiscalía de Colonia, de las cuales 331 son delitos sexuales.
Por otra parte el imán (sacerdote islam) de la mezquita salafista de Colonia, Sami Abu-Yusuf, culpó a las mujeres alemanas de la gran cantidad de agresiones sexuales en Colonia y otras ciudades de Europa, “las chicas tienen toda la culpa, no pueden salir a las calles casi desnudas y utilizar esos perfumes. No es de extrañar que los hombres quisieran atacarlas, sólo añaden más leña al fuego con esas actitudes”. Mientras tanto la alcadesa de Colonia pidió a sus ciudadanas "adaptarse a las circunstancias culturales de los refugiados".
Un reporte policial filtrado a la prensa señala que, al momento de su detención uno de los sospechosos exclamó: "Soy sirio. Tienes que tratarme amablemente. La señora (Ángela) Merkel me invitó”.
Ciudadanos germanos se han reunido en las calles para protestar ante la indignante situación que se vivió mientras le gritaban a los policías "¿Dónde estaban en Año Nuevo?" reprochándoles su nula respuesta ante las denuncias desesperadas de los ciudadanos que vivieron momentos de mera impotencia y vulnerabilidad.
El evento fue unos de los ataques sexuales colectivos más grandes de la historia quizá sólo después de la violación masiva que de igualmente ocurrió en Alemania durante la ocupación rusa y norteamericana al término de la Segunda Guerra Mundial. Lo increíble fue que medios de comunicación de presencia internacional se dieron a la tarea de cubrir la noticia por todos lados, incluso por redes sociales no se habla del tema, comparte para generar conciencia sobre los hechos y que los crímenes cometidos no queden impunes.