Generalmente, dormir poco tiene un impacto significativo en la salud, la calidad y la expectativa de vida. Esta costumbre puede causar depresión, aumento de peso y un incremento en el riesgo de derrame cerebral e infarto.
Existe un consenso generalizado en que el cerebro necesita hacer algunas tareas de mantenimiento, para lo que no tiene mucho tiempo durante el día. Mientras dormimos, el cerebro puede reparar daño celular, eliminar las toxinas que acumula durante el día, elevar el suministro de energía y archivar recuerdos.
Científicos descubrieron que existe una mutación muy pequeña en un gen llamado DEC2, que aparece en aquellas personas que suelen dormir poco (4 horas), pero no entre quienes duermen un número promedio (6-8). “Claramente la gente que tiene la mutación del DEC2 puede hacer el mismo proceso de limpieza en menos tiempo. Simplemente son más eficientes que el resto de nosotros para dormir”, afirma una investigadora.
Pero, ¿hay algún atajo para tener un sueño más eficiente? Neil Stanley, un consultor independiente, determina: “La forma más efectiva de mejorar la forma en que duermes es afinar la rutina para levantarse en la mañana”.
Según Stanley, cuando el cuerpo se acostumbra al tiempo que requiere para despertarse, puede usar el tiempo de dormir de una forma más eficiente. ”Estudios muestran que el cuerpo se prepara para despertarse una hora y media antes de que esto ocurra. Tu cuerpo ansía regularidad, así que si te la pasas cambiando tu patrón de sueño, tu cuerpo no tiene idea de si debe prepararse para levantarse o no”.
Fuente: la100.cienradios.com