CON UNA FOTO CLARISIMA.
La muerte en accidentes de tránsito en la región triplicará a la de países de altos ingresos en 2020, según un estudio publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Más automóviles con poca tecnología, caminos en mal estado y falta de inversión, las causas.
El rápido crecimiento de las economías de América Latina empujó cada vez a más autos a las rutas de la región. Pero este desarrollo trajo consigo una desventaja: un aumento en la cantidad de accidentes fatales debido a los malos caminos, la pobre calidad del parque automotor y la falta de inversión en seguridad.
Mientras que en 2000 había 21,6 muertes en ruta cada 100.000 personas en América Latina y el Caribe, se estima que la cifra subirá a 31 cada 100.000 para 2020, según un informe publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se convertirá en la peor tasa de muerte a nivel mundial y triplicará a la de las naciones de altos ingresos.
Dentro de ocho años, América Latina superará la tasa de muertes por accidente de tránsito si se la compara con otras regiones. En el este de Europa y Asia Central, se producirán 21,2 muertes cada 100.000 habitantes, mientras que en el sudeste asiático serán 18,9 sobre esa misma cantidad de personas.
En el Medio Oriente y el norte de África, el ratio será de 22,3 muertes cada 100.000.
En la actualidad, fallecen más de 100.000 personas al año en América Latina por accidentes de auto. A nivel mundial, el número de muertes supera los 1,2 millones anuales.
Las pruebas de autos realizadas por Latin NCAP, el programa de pruebas de choque organizado por la Federación Internacional del Automóvil (FIA), expusieron las verdades detrás de este gran problema. Muchos de los modelos se venden sin los principales dispositivos de seguridad, como el ABS y los airbags.
Nani Rodríguez, secretaria ejecutiva de las oficinas de Latin NCAP en Uruguay, destacó la diferencia entre los autos de la región y de otros países del mundo. "Creo que los vehículos en América Latina y el Caribe estás atrasados 20 años con respecto a sus pares en EEUU y Europa", dijo en una entrevista con el diario The Guardian.
A través del programa, la organización tomó dos vehículos de la misma marca pero fabricados en países distintos. "Si se los mira por fuera, son exactamente iguales. Pero cuando los probábamos, los resultados eran distintos", agregó Rodríguez, quien notó diferencias en los metales y otros componentes.
Con estos tests llegaron a una conclusión que no favorece a la región: si una persona compra un auto en América Latina está "significativamente menos protegida" que si se lo adquiere en Europa o Estados Unidos.
En su afán de desarrollo, los países latinoamericanos no fueron estrictos con los materiales que se importan o aquellos que producen en sus plantas locales. Además, los autos que no se permiten en otros mercados son frecuentes en las carreteras de la región, debido a la falta de leyes claras. En este sentido, la organización apunta tanto a los gobiernos como a los fabricantes.
El progreso ha comenzado de la mano de las economías más grandes de la región. A partir de 2004, todos los vehículos nuevos que se fabriquen en Argentina y Brasil obligatoriamente tendrán airbags frontales y ABS.