as cifras y los datos sirven, entre las mentes científicas, para comprobar la realidad, desde la cual se puede demostrar de dónde provienen las causales fatales, sin embargo, ante las sociedades humanas, expectantes de saber los orígenes de sus problemas, limitaciones y tragedias, se presentan como vagarosas formas capaces de vaporizar las demostraciones de las evidencias, después utilizadas por quienes nos quieren ignorantes de ellas, pues estamos viviendo al interior de unos sistemas muy bien estructurados por los interesados en desarrollar un progreso fundamentado en triturar criaturas con conciencias y neuronas desechables, con lo cual han logrado concretar los ejércitos de seres dispuestos a ofrendar sus cuerpos.