rasteando sus impudicias más extremas, hasta el rincón más próximo a sus deseos personales, la dirigencia capitalista del mundo está sometiendo a sus perversas consideraciones a todo aquel que no las rechace, es el juego perfecto, elaborado en la oscuridad de unos cuarteles, buscando confundir a todos, sin que se pueda captar la gravedad de las consecuencias que promueven sus acciones tras objetivos precisos, llevar al planeta hacia una guerra masiva mientras ellos se esconden y se encierran en sus guaridas anti misiles o efectos nucleares, aguardando pacientemente el desenlace de lo que han emprendido de manera subrepticia y consciente, amparados en la inconciencia total de las masas humanas desesperadas, impacientes y sumisas.