n gavilla gravitan como gravilla entre las neuronas todos los pensamientos humanos, los posibles o imposibles, conteniendo en ellos las ideologías bien o mal intencionadas desde los cerebros de unas criaturas programadas para generar la autodestrucción frente a la realidad, la cual mantiene incólume un ritmo ininterrumpido de una transformación que se desarrolla sin modificaciones desde la gran explosión que dio origen al tiempo con el que los seres humanos comenzamos a imaginar las deconstrucciones que le están dando formas a unos sueños irrealizables.