omo ciudadanos desprendidos de los afectos comunes, estamos todos expuestos a gamberros profesionales, infiltrados entre los aconteceres y actividades diarias, dispuestos éstos a agredirnos y afectarnos hasta lograr que los objetivos buscados, por quienes les han contratado, produzcan los efectos en los ánimos alterados de las comunidades al unísono, después que cada quien por su lado ha bregado por encontrar el nicho de su estabilidad personal, dándole de esta manera espacio a la posibilidad de la oportunidad que aquellos están buscando para materializar la idea que tienen de disolver y destrozar a las sociedades que aspiran a experimentar lo comunal.