17 diciembre 2021
– «Uno se cree que las mató el tiempo y la ausencia …», como un buen día escribió nuestro Juan Manuel Serrat, pero no es así, no, llega la Navidad y todo nos recuerda aquellas pequeñas cosas felices que lo fueron en otro tiempo ya lejano.
– Ahora afrontamos una nueva realidad, la Navidad actual se basa, fundamentalmente, en el consumismo, en la diversión, en las comidas llamadas de Navidad, tanto de empresa como de excompañeros y/o de amigos del ayer, pero se olvida lo principal, se olvida que la Navidad era la gran Fiesta de la Familia.
– El día de Navidad tocaba comer con los padres, el segundo día de Navidad con los suegros y el día de Año Nuevo todos juntos en jun Restaurante que pagaba el abuelo menos pobre.
– Hoy, ya no es así, hoy se celebra de otra manera, claro, hay familias que, siendo felices, van por el segundo o tercer matrimonio o nueva pareja y entonces la pregunta es: ¿Cuándo y con quién, comemos el día de Navidad?
– La cruel pandemia de la COVID-19 nos lo ha puesto aún más difícil… ¿Cómo se pueden reunir todos o algunos, si la mitad o más, de la familia no están vacunados por ser antivacunas o porque no les ha correspondido la cita con ellas? La incomprensión que crea estas actitudes enfrentadas respecto a las reuniones en familia de los más atrevidos y los más miedosos al contagio, no es algo baladí, quizás sea irrecuperable.
– Pero, Enrique, ¿que estoy haciendo? ¿me estoy viniendo abajo por culpa de un miserable modernismo, por un lado, y por un maldito virus indomable, por otro?
– No debiera ser así, pero sin venirme abajo, sé que la Navidad de este año, igual que lo fue la del 2020, serán muy agridulces, quizás en soledad, o en multitud gracias a las nuevas tecnologías, no lo sé, pero mi alma estará con ellos, con Ella a mi lado, y pensando que un mundo mejor pronto vendrá a sacarnos de este pozo de la desigualdad, de las penas contenidas y del aislamiento viral que nos afecta y mucho.
– Creamos que ese futuro feliz vive cerca, muy cerca y que pronto todo volverá a ser como antes. El único problema, quizás, es el tiempo, que, como escribí ayer, no es lo que más me sobra.
– Felicitémonos, pues, la llegada de la Navidad que ya está aquí, en siete días llegará la Nochebuena y antes, el 22, llegará la lotería para hacer feliz a muchos y más pobres a la mayoría. Lo importante será que creamos en ello, en que la felicidad nos llegará pronto a todos.
– FELIZ NAVIDAD
Fuente: etfreixes.blogspot.com