Por Carlos Eduardo Lagos Campos
El pasado 2 de octubre se cumplieron cinco años del plebiscito por la paz, el cual de manera inesperada resultó en favor de los promotores del No; las causas según el consejo de estado, quien declaró sin efecto los resultados, se trató de un "engaño a los electores; a su vez el promotor de la campaña del No Juan Carlos Vélez, dijo que “Estábamos buscando que la gente saliera a votar verraca”, dicho esto comparto este poema tremendista que escribí en su momento:
“Hija, me preguntas, Cómo votar por eso que llaman plebiscito?
Qué cómo votar eso, que llaman plebiscito?
Te contaré una historia, para que sea tu pureza y tu sabiduría quien me Oriente,
Y me diga cómo decidir en este momento trascendental de nuestra a historia.
Mis padres huyeron del pueblo, perseguido por los chulavitas,
Una policía política.
Si, una policía política!
Que se encargó de enfrentar, sin razones a liberales y conservadores.
De enfrentar al pueblo colombiano!
Sí, al pueblo Colombiano.
Mi madre, Elenita Huyó siendo una niña junto a sus padres.
Sus tierras fueron arrasadas,
Y unos ricos se apoderaron de ellas.
Mi padre Enrique, tras escapar de una muerte segura,
Desde sus tierras en el sur,
Busco refugio en nuestro ejército,
Y así, así evitó su deceso.
La vida les cambió desde muy chicos…
Pero en su viaje, conservaron sus semillas,
Las guardaron en sus valijas,
Nunca olvidaron sus creencias, sus valores,
Jamás, abandonaron sus sueños.
La república se desmoronaba para saciar, la ambición de unos cuantos señores,
Qué se hacía Llamar los caciques.
Esos no son caciques Hija!
Esos son unos perversos.
Que enfrentaron al pueblo para apropiarse de sus tierras,
De sus valores, de sus creencias, de su lucha, de su honra.
Pero para ellos, eso no fue suficiente,
También se adueñaron de nuestro congreso,
De los jueces, del gobierno.
Se apropiaron de nuestra Historia!
Y la escribieron, a su manera…
Y nosotros les creímos y luchamos,
Nos enfrentamos entre hermanos,
El terror se apoderó de nuestros Campos,
Nuestros Llanos, nuestras costas
Y nuestras cordilleras.
Y seguimos luchando
Nunca entendimos que esa lucha no era nuestra,
Murieron nuestros soldados, policías y campesinos.
Por una historia que nunca escribimos,
Y que no está completa!
Hija te pido perdón por hacer parte de esta historia.
Por no haber podido cambiarla,
Por no haber tenido el Valor de entregar mi vida, para hacerlo.
Pero ahora, está en nuestras manos.
Hija Ayúdame a decidir qué debo hacer.
“Padre tú lo sabes,
No lo dudes ni un momento,
La guerra entre colombianos debe acabar.”
Gracias hija.
Te pido perdón, por los errores de nuestra Patria
Y te prometo que votaré por una Colombia en paz,
Para que tus hijos
Y los hijos de tus hijos,
Jamás sufran el horror de la guerra,
Que sufrieron nuestros Campos, nuestras costas, nuestros Llanos.
Permíteme, nuevamente pedirte perdón en nombre de la Colombia que te vio nacer.
Tú, eres esa semilla que cargaron nuestros padres.
Cómo me Duele esta Patria!”