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21 septiembre 2020
-Navegas por tu mundo diario y de pronto descubres que estás en algún lugar del que no sabes como has podido llegar. Notas que en tu agenda vital te faltan unas horas a las que no puedes asignarle ocupación alguna, aunque sabes que has tenido varias y lo sabes por sus consecuencias.
-¿Murieron las neuronas de la retentiva, de la memoria? … ¿o son las de tu imaginación las que están intentando demostrarte que estás adentrándote en el mundo de los amnésicos? Pues vaya, sumar eso a mi CV de la salud, es todo un reto – me dije hace tres días.
-La recaída se estabilizó o eso creo, pues hoy en día andar con pruebas en Centros de Salud privados o públicos, da más miedo que ver “Psicosis” cuando tenía once años. “¿Enrique, estás de pie, te duele la cabeza, tienes náuseas?” – no, pues entonces no vengas, quédate en casa, no salgas solo a ningún sitio y déjate llevar por tus síntomas, pero no antes” – me dice mi médico favorito cuando quiero contarle lo último de “lo mío”.
-Bien, quizás las ganas de querer escribir, las de hacer que unas letras escritas en la oscuridad del rincón de mi intimidad, hagan reír a alguien; que otras de mis letras puedan hacer soñar a otros o que haya gente que se sienta bien por el simple hecho de saber que yo estoy bien, pues ya estoy escribiendo, eso me ayuda a seguir, a seguir olvidando lo mío que, al fin y al cabo, nada mejor que saberse feliz por encima de cualquier condición de salud, para seguir existiendo o, al menos, querer hacerlo.
-He vuelto, no ha sido para tanto. ¿Seguimos?
Fuente: etfreixes.blogspot.com