Hay historias médicas que resultan verdaderamente increíbles pues parecen haber salido de una película de ciencia ficción, ya que son demasiado extrañas para ser reales, y hoy te vamos a contar un caso que sorprendería hasta el Doctor House.
Las manos hacen lo que les ordenamos, pero cuando una mano se rebela, las consecuencias pueden ser graves, tal como le ocurrió a una estadounidense de 81 años, que casi muere asesinada por su propia mano. Vamos a conocer esta curiosa historia y hablemos un poco sobre el llamado síndrome del Dr. Strangelove o síndrome de la mano loca.
¿Imaginas una extremidad que se rebela y ataca a su propio cuerpo? Bueno, no hace falta mucha imaginación tampoco: ese fue el caso de una norteamericana de 81 años, quien fue atacada por su propia mano. El informe completo fue publicado en una edición de la revista Journal of Neurology, Neurosurgery & Psychiatry, de 1998.
Esta señora, estando hospitalizada por un caso de demencia, atestiguó como poco a poco su mano izquierda dejó de obedecer y comenzó a atacarla. Primero con golpes leves que fueron aumentando en intensidad hasta incluso intentar ahorcarla.
Lo interesante es que la mujer estaba consciente de lo que estaba ocurriendo e intentaba inmovilizar su mano izquierda con la derecha, lo que era casi imposible, ya que los movimientos que realizaba la mano siniestra eran impredecibles e iban en aumento.
Varios médicos se interesaron en su caso, ya que la mano parecía estar poseída y quisieron saber qué lo causaba. Tras varios estudios se determinó que la mujer sufría daño cerebral en la región derecha de su cerebro, específicamente en la zona que interpreta la información visual que capta el ojo derecho.
Ese daño provocó un descontrol sensorial y por ende, su mano tomó vida propia. Este caso no es único y popularmente se le conoce como síndrome de la mano ajena, una afección sumamente extraña que suele aparecer en personas que sufrieron infartos cerebrales o algún tipo de daño en el órgano.
El síndrome de la mano ajena
Una enfermedad tan rara como interesante. El síndrome de la mano ajena, alienígena, loca, anárquica o síndrome del Dr. Strangelove, como técnicamente se le conoce, puede ocurrir en cualquier persona e ir desde moderado a grave. No es raro que quienes sufren de este síndrome deshagan lo que la mano normal hizo. Si se abrocharon botones, la mano rebelde los desabrocha, lo mismo si es se encendió una luz o casi cualquier cosa.
En casos graves, como el de la mujer norteamericana, la mano dañada se vuelve agresiva y ataca a la propia persona. Otros pacientes han reportado que la mano les da de comer empujando el alimento en la boca, sin importar que no tengan hambre o ganas. El síndrome de la mano anárquica tiene un origen neurológico, que provoca que las diferentes secciones del cerebro no puedan comunicarse de forma correcta entre ellas, por lo que la información no es interpretada de la misma forma y ambas manos actúan de manera diferente.
Los movimientos realizados por la mano afectada, se originan directamente en la zona motora del cerebro, sin pasar por el lóbulo frontal, por lo que no tenemos conciencia de estos, ya que la mano actúa sin control ni orden. Tristemente, no hay cura para el síndrome de la mano ajena, pero los pacientes encuentran formas de mantener a esa extremidad desobediente ocupada y, por ende, sin tiempo para dejar desastres.
Fuente: curiosidades.batanga.com